Oviedo y Valdés, Gonzalo Fernández de (1478-1557) Cronista general de Indias. Nació en Madrid, España, y murió en Santo Domingo. De 1490 a 1497, fue mozo de cámara del príncipe Juan, hijo de los reyes católicos pasó luego al servicio del rey de Nápoles y en 1502, regresó a España. Hizo su primer viaje a las Indias en 1514, y fue alcalde de la fortaleza de Santo Domingo, en donde pasó gran parte de su vida. Cruzó dos veces el Atlántico. En 1526, publicó: Sumario de la historia natural de las Indias. En 1532 fue nombrado cronista general. Dio a la luz en 1535, la primera parte de su Historia general y natural de las Indias, que fue traducida al italiano, francés, alemán, turco, latín, griego y árabe. Su obra completa no fue publicada sino en 1851-1855, en Madrid, en cuatro volúmenes. Los historiadores que se han especializado en la etapa histórica de la Conquista recurren a esta fuente. Robert Chamberlain, en su libro Conquista y colonización de Yucatán, la utilizó como una de sus fuentes fundamentales, para conocer las actividades en Yucatán de el Adelantado Montejo y de Alonso Dávila en las primeras etapas de esta empresa, 1527-1534. Fernández de Oviedo, con base en los informes proporcionados por Alonso de Luján, pudo relatar los primeros años de la conquista de Yucatán. Chamberlain, cuando habla del primero y segundo intentos de Conquista, constantemente cita su obra. De él dice lo siguiente: «Las crónicas generales de Oviedo, Gómara y Herrera proporcionan tanto narraciones como materiales originales para fases de la conquista de Yucatán. Oviedo es de inestimable valor, ya que su obra nos da el único informe detallado conocido de la entrada de Montejo por la costa oriental, y cuidadosamente conecta ésta y la segunda entradas en la costa occidental. Su informe de la campaña de Alonso Dávila a través de Yucatán hasta Chetumal, suplementa asimismo a la propia carta de Dávila. Que Oviedo haya podido rendir tan importante servicio a la historia de la conquista de Yucatán, proviene de su contacto con Alonso de Luján, caballero de la Orden Militar de Santiago, quien sirvió con Montejo y Dávila en la primera y segunda fases de la Conquista y de quien recibió Oviedo su relación de primera mano en 1541. Oviedo, experimentado e inquisidor, se consideró afortunado en hallar un soldado que pudo contarle las dos primeras entradas en Yucatán y muchísimo hizo de esta su oportunidad. Es igualmente afortunado para nosotros que Oviedo la recabara. La historia de la Conquista, tal como fue transmitida en forma impresa hasta que la obra completa de Oviedo se pudo conocer generalmente, por medio de su publicación en 1851-1855, había estado confusa durante un corto tiempo, comparativamente después de que los españoles colonizaron finalmente Yucatán.»