Oliver, Antonio de Gobernador de Yucatán. Brigadier de los reales ejércitos, se hizo cargo del gobierno y de la Capitanía General el 18 de febrero de 1771. Sustituyó a Cristóbal de Zozayas. Durante la administración de su antecesor se comenzaron a organizar dos batallones de milicias en Mérida y Campeche y en su gobierno se concluyeron los trabajos. Los batallones recibieron los nombres de Castilla y de Pardos. Los hizo instruir por varios oficiales que vinieron expresamente de España para tal fin. Juan Francisco Molina Solís, en su libro Historia de Yucatán durante la dominación española, indica que Oliver se ocupó de procurar una benéfica aplicación a las temporalidades de los jesuitas y convocó a los Ayuntamientos de Mérida y Campeche para que propusieran al rey, el mejor destino posible para los bienes que habían pertenecido a esos religiosos, quienes habían sido expatriados por Carlos III. También durante su gobierno, la villa de Campeche solicitó se le otorgara el título de ciudad. El 9 de abril de 1772, el Ayuntamiento de Campeche presentó al rey la fidelidad con que los habitantes de Campeche se habían distinguido en el servicio real, misma que fue aprobada por Oliver, por el procurador y por el Ayuntamiento de Mérida. En ese período, el obispo Diego de Peredo se hizo cargo de la Diócesis de Yucatán, quien tomó posesión de la misma en enero de 1773 y fue sustituido, a consecuencia de su fallecimiento, por Antonio Caballero y Góngora, en julio de 1776. Oliver concluyó su gobierno el 10 de octubre de 1777 y lo sucedió, interinamente, el coronel Alonso Manuel Peón, de la Orden de Calatrava.