Flora

Flora  La flora de Yucatán fue estudiada primeramente por Millspaugh, (1895, 1896 y 1898), y después por Standley, (1930). Para muchos trabajos sirvieron los estudios y colecciones de Geo Gaumer, establecido en Izamal, que colectó plantas en Yucatán de 1885 a 1921. De la etnobotánica maya se han ocupado Roys (1931), Lundell (1939), Souza Novelo (1940), Steggerda (1941), Barrera Rubio y Barrera Vázquez y el grupo de Sosa, Flores Guido, Rico-Gray, Lira y Ortiz (1985). La mejor compilación sobre el tema es la de Faustino Miranda (1959). Buena parte de la flora pareciese haber derivado de las regiones limítrofes: sur de México y noroeste de Centroamérica; también hay afinidad entre la flora de Yucatán y la antillana, en lo cual podrían haber intervenido las corrientes marinas, las aves, el viento y el hombre. Además, hay un porcentaje significativo de plantas autóctonas. Yucatán contiene tres zonas bien definidas: selva alta o mediana subdecidua, que se encuentra paralela al límite de Quintana Roo; otra franja de selva mediana de transición, paralela a la anterior y el resto de la extensión se clasifica como selva mediana decidua. La primera zona se caracteriza por la presencia de Vitex gaumeri, en maya, ya’axnik, en unión de otros árboles altos, de 20 a 25 m, cuyo follaje cae en la época de secas, aunque hay cierto número de árboles perennifolios, como zapote, pom, chakté, caoba, ceiba, cedro, ramón y otras. La mencionada selva decidua de transición tiene una altura promedio de 15 y 20 m; pueden encontrarse manchas aisladas de selva subdecidua, pero mucha de su extensión se halla alterada por la acción del hombre, pues ocupaba regiones hoy bastante pobladas, con cultivos de maíz. La selva mediana decidua cubrió las laderas de la sierrita del Sur y la mayor parte de la entidad; por sus condiciones propicias tuvo densa población desde principios de la era, con grandes cultivos de maíz. Durante la Colonia, los españoles fomentaron la ganadería y a mediados del siglo pasado comenzó a desarrollarse el cultivo del henequén, por lo que la vegetación primaria fue destruida en grandes extensiones y reducida a vegetación secundaria, o sea, selva baja decidua. La vegetación de esta zona de selva mediana decidua apenas alcanzaría los 12 o 15 m de altura y la mayoría de los árboles pierden su follaje durante la época seca; se encontraban, entre otras especies, cedro, mora, roble, jabín, chakah, bohom, subinché, tsalam, chulul, etcétera. La franja costera del Norte, con sus esteros, ciénagas y superficies fangosas, constituye otra zona donde predomina el mangle en sus variedades roja, blanca y prieta, en asociación con tude (puh), carrizo y helecho, con ocasional presencia de árboles, como la uva de mar. El cocotero fue introducido en la época colonial. La vegetación secundaria que cubre en la actualidad las zonas no cultivadas tienen una altura promedio de tres a cinco metros y está constituida por abundantes leguminosas y plantas como xtokaban, chichibé, tah, chukun, varias acacias y otras.

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