Sirvientes Se conocen con este nombre a los trabajadores empleados en las haciendas maicero-ganaderas y posteriormente en las haciendas henequeneras de Yucatán. Los sirvientes se dividieron básicamente en dos clases: los asalariados que comprendían a los mayordomos, mayorales y vaqueros y los luneros.
El mayordomo estaba a la cabeza de los sirvientes; su labor consistía en cuidar los intereses del propietario, vigilar y administrar la hacienda llevaba las cuentas de la producción, de los jornales pagados y las deudas de los trabajadores. Al mayordomo le rendían cuentas los mayorales, que estaban al mando de los vaqueros y el mayocol o jefe de milpas. Los vaqueros se encargaban del cuidado del ganado, de su alimentación y vigilancia. Los trabajadores asalariados por lo general pertenecían a las castas o bien eran mestizos.
Por su parte, los luneros eran invariablemente indígenas que se encargaban de hacer los cultivos y demás servicios no calificados, generalmente los lunes y sin pago alguno. Durante el auge de la hacienda henequenera, la distinción entre trabajadores asalariados y luneros desapareció y ambos pasaron a ser trabajadores asalariados de las haciendas, sujetos a ésta por medio de deudas.