Seminario Conciliar de San Ildefonso En 1751 fue fundado en Mérida por el obispo fray Francisco de Buenaventura Martínez de Tejada Diez de Velasco, quien cedió el patio y huerto del palacio episcopal; el edificio se construyó en la esquina de las calles 58 y 63; tiene dos plantas, con un interesante pórtico con esculturas de piedra y una pequeña ventana; en la planta baja hay una terraza rodeada de corredores con arquería, donde estaban la capilla, los dormitorios, el comedor, cocina y otros servicios; en la planta alta la sala rectoral, aulas y biblioteca. Se enseñaba latín, filosofía, teología, retórica, música y canto. En 1824, se creó la Universidad Literaria que funcionó en el propio local; la enseñanza de latín y filosofía se consideraron como estudios preparatorios para las carreras de leyes y de contaduría, agregándose en 1833 la Escuela de Medicina. Conforme a las Leyes de Reforma, el Seminario fue clausurado en 1861, pero volvió a abrirse en 1864 bajo el gobierno imperial. Al triunfar los republicanos en 1867, nuevamente se clausuró y el edificio fue incautado. Posteriormente el Seminario reinició sus funciones en la Quinta San Pedro Nocuaxim, hasta 1915 en que fue clausurado por el gobierno de Salvador Alvarado. Tiempo después volvió a abrirse, ocupó diversos locales, interrumpió sus labores de 1926 a 1929, pero a partir de 1938 funciona con local propio en la colonia Itzimná.