Saraguato o sarahuato En maya: baats. Especie: Allouatta palliata. Primate de la familia de los cébidos, a la cual pertenece también el chango o mono araña. Aunque ambos son arborícolas y tienen cola prensil, el saraguato es corpulento, más grande y pesado, y tiene el pulgar bien desarrollado tanto en las extremidades delanteras como en las posteriores. Su característica distintiva es el desmesurado tamaño del hueso hioides de la garganta, que junto con el cartílago tiroideo, también excepcionalmente dilatado, forma una especie de caja de resonancia que permite a estos monos emitir potentes gritos que se escuchan a varios kilómetros de distancia. De aquí el nombre común de aullador. Igualmente, los machos adultos —en los cuales este singular aparato vocal está más desarrollado que en las hembras— se caracterizan por tener una larga barba sedosa. Mide de cabeza y cuerpo de 55 a 63 cm, de cola de 60 a 70 cm y pesan de 7 a 9 kg los machos y de 5.5 a 8 las hembras. Hay cinco especies de aulladores, todas ellas del género Allouata y suramericanas, excepto A. palliata, que se extiende por Centroamérica y el sureste de México. Su área de distribución en nuestro país es bastante menor que la del mono araña y se limita a Campeche, Yucatán, Quintana Roo, Tabasco, Chiapas y el extremo sur de Veracruz. Habita zonas selváticas, particularmente donde abundan árboles de zapote, ya que sus frutos constituyen una parte importante de su dieta, estrictamente vegetariana. Come también flores, frutos, yemas e incluso hojas. Es más arborícola que el mono araña, aunque menos ágil que éste. En sus desplazamientos por el ramaje se mueve con cautela y sin saltos y acrobacias. Pasa casi toda su vida en lo alto de los árboles, donde duerme con la cola enroscada a su rama para no caer. Forma bandas de 5 a 30 o más individuos que ocupan áreas de 0.5 a 4 km de diámetro, según el número de miembros del grupo y la altura y densidad de la vegetación. Debido a que está estrechamente adaptado a las selvas altas y medianas, el saraguato generalmente no puede sobrevivir en zonas de vegetación perturbada. Por ello sus poblaciones se han ido reduciendo a la par con los desmontes y la especie ha desaparecido en gran parte de su área de distribución original. Ya sólo existe en cantidades más o menos importantes en zonas remotas y aisladas de Quintana Roo, Campeche y Chiapas.