López Méndez, Ricardo (1903-1989) Poeta, periodista, locutor, compositor, empresario, publicista e historiador. Nació en Izamal, Yucatán y murió en Cuernavaca, Morelos. A los 17 años, Miguel Cantón, director del periódico El Popular, lo nombró director de El Popular Gráfico. También se le confirió el cargo de director de la Biblioteca Zamná del Partido Socialista del Sureste, (PSS), siendo gobernador Felipe Carrillo Puerto. El 12 de diciembre de 1923, como empleado de la Tesorería del Estado, acompañó a Carrillo Puerto en su último viaje hacia el Oriente de Yucatán, que tuvo trágico fin con el fusilamiento del prócer. Desde muy joven mostró sus aficiones literarias y en la década de los 20 perteneció al grupo Esfinge, integrado por José Esquivel Pren, Filiberto Burgos Jiménez, Oswaldo Baqueiro Anduze, Alberto Bolio Ávila, José Salomón Osorio, Clemente López Trujillo, Luis Augusto Rosado, Ernesto Albertos, Ramón Mendoza Medina. López Méndez se dio a conocer como poeta con El poema de las alas, declamado en 1925 en una reunión del mencionado grupo. Al restablecerse el orden constitucional en el estado, fue nombrado jefe del Departamento Cultural del PSS. Más tarde, se hizo cargo de la dirección de la revista Tierra.
Al tomar posesión Torre Díaz como gobernador estatal, lo designó comisionado de prensa en la Ciudad de México. Una vez en México, colaboró en periódicos y revistas como El Universal Gráfico, Revista de Revistas, Excélsior, Jueves de Excélsior, El Nacional y Orientaciones, entre otros. En 1930 ingresó a la radiodifusora XEW como uno de los primeros locutores, junto con Pedro de Lille, Nicolás de la Rosa, Leopoldo de Samaniego y Manuel Bernal, y ahí se fraguó el sobrenombre con el que fue conocido a nivel nacional: «el Vate» López Méndez. Su primera canción, Languidece una estrellita, la compuso cuando pertenecía al grupo Esfinge y la musicalizó Ricardo Palmerín. Años más tarde, Guty Cárdenas le puso música a los versos de Nunca, Golondrina viajera, Quisiera, Aléjate y otras más. Fue el primer mexicano en elaborar publicidad en español para la radiodifusión nacional y logró obtener premios por varios de sus slogans. Con el tiempo fundó una agencia de publicidad. En 1941 salió a la luz su famoso poema épico Credo, mejor conocido como México, creo en ti, que ha sido traducido a varios idiomas. Además de Guty Cárdenas y Ricardo Palmerín, también compuso letras de canciones para compositores nacionales como Gabriel Ruiz, a quien le escribió más de 50, muchas de ellas éxitos internacionales como Amor, Mar y Desesperadamente. Para Alfonso Esparza Otero escribió Adiós golondrina, y para Mario Talavera, Amar en silencio. También figuran en su repertorio Así te quiero, Boca de carnaval, Callecita, Canción de cuna, Es medianoche, Espera, Flor del cantar, Igual que ayer, Gris, Íntima, Íntimo secreto, Llegó, Madrigal mexicano, Me engañó tu sonrisa, Mi corazón abrió la puerta, Mía, Noche, Perdón si he vuelto, Pintaré tus labios, Puerto nuevo, entre un gran número de composiciones. Otros que musicalizaron sus canciones fueron Antonio Escobar, José Sabre Marroquín, Agustín Lara, Ignacio Fernández Esperón, Armando Camejo, Wello Rivas, Juan García Esquivel y Gonzalo Curiel. Publicó cinco libros de versos, todos de un solo poema: Credo (1941), volumen que ha tenido múltiples ediciones; Voz en la piedra (1942), dedicado a Yucatán con motivo del cuarto centenario de Mérida y cuya edición fue prologada por Antonio Mediz Bolio; Poema en tu cuerpo (1949), Aquí estamos, y Morelos. Esquivel Pren le agrega a su bibliografía Hora de alerta, Flor enemiga y Canciones para ti.
En el campo de la investigación histórica, produjo la monografía La imprenta en Yucatán, (1939), y el estudio Lópe de Vega y José María Vigil, (1962). En 1980, el gobierno del estado le editó Antonio Mediz Bolio. Notas para un ensayo, discurso que pronunció ante el busto del poeta, el 15 de septiembre de 1979.
Como empresario, fundó cuatro radiodifusoras en Tamaulipas, una de las cuales fue la XELM de Ciudad Mante, primera estación rural en el país; la XHMT Estéreo Joya, hoy Estéreo Amistad, la segunda radioemisora de frecuencia modulada en Yucatán; Radio Valladolid y Radio Cancún, emisoras que vendió en los últimos años de su vida. Entre las preseas y distinciones que recibió se encuentran el Monje de Oro de Rubén Darío, en la República de Nicaragua; la Medalla Yucatán (1967), y la Eligio Ancona (1984), en su estado natal. Fue nombrado Hijo Predilecto de varias entidades de la República. Al fallecer era miembro de la Junta de Honor de la Enciclopedia Yucatán en el Tiempo.