López de Llergo y Calderón, Sebastián (1790-1855) Militar y gobernador provisional de Yucatán en 1835. Nació en la ciudad de Campeche, Campeche, y murió en Mérida, Yucatán. A los 16 años ingresó como cadete al Batallón Fijo de Castilla. Posteriormente fue incorporado al batallón de Milicianos y en 1811 obtuvo un lugar en el Batallón Fijo de México. Fiel al ejército español combatió a los insurgentes en la región de Lerma. Sirvió a Iturbide y a Calleja. Participó en el sitio de Cuautla y ya con el grado de capitán se retiró a Campeche en 1819. En 1821 se une al Plan de Iguala. En 1829 se afilia al movimiento centralista siendo comisionado por el coronel Carvajal para ir a Tabasco al mando de 300 hombres. En 1832, cuando Santa Anna se rebela en Veracruz y enarbola contradictoriamente la bandera del federalismo, López de Llergo lo apoya, pero nuevamente se afilia al centralismo al adherirse a Francisco del Toro, cuñado de Santa Anna, que encabeza en 1834 un movimiento en favor de dicho sistema político. Así, se rebela en Hecelchakán, donde derrota a las tropas federalistas del gobierno de Yucatán y entra a Mérida. En 1835 ocupa provisionalmente el gobierno del estado por licencia concedida al gobernador constitucional Pedro Baranda, quien al poco tiempo se vio obligado a renunciar por desacuerdos con los centralistas triunfantes. Cansado del centralismo, Santiago Imán se rebela contra el gobierno, y paradójicamente López de Llergo se une a dicho movimiento. Sale de Campeche con la guarnición a su mando y logra insubordinar los departamentos del Camino Real, Tenabo, Hecelchakán y Calkiní y también propicia que se pronuncie en su favor la guarnición de Mérida. Santiago Imán y López de Llergo consiguen que triunfe el movimiento federalista, y el Congreso de Yucatán acuerda no volverse a unir al Pacto de la Unión, en tanto no se pusieran en vigor los principios federalistas. Al triunfo de esta revolución, López de Llergo es comisionado para combatir al general Rivas Zayas en Campeche. Junto con Santiago Imán llega a dicha ciudad y ponen sitio al último reducto del centralismo en Yucatán. López de Llergo es nombrado entonces comandante en jefe de las Fuerzas del Estado.
Santa Anna trató de conciliar con el gobierno yucateco y envió para ello a Andrés Quintana Roo, con el objetivo de lograr la incorporación de Yucatán. Santa Anna, al no obtener el éxito deseado, decide enviar tropas a Yucatán, expedición que estuvo a cargo, en un primer momento, del general Vicente Miñón y después quedó en manos del general Manuel de la Peña y Barragán. López de Llergo combatió a ambos y cuando el segundo intentó ocupar Yucatán al atacar la costa norte de la Península, inmediatamente se organizó y preparó para la defensa. Dejó el mando de la plaza de Campeche a José Cadenas y tomó el camino a Mérida al frente de 1 500 hombres, para situarse en Conkal, en espera de ver en qué parte de la costa desembarcarían sus enemigos, lo cual ocurrió en el puerto de Telchac. López de Llergo implementó una brillante estrategia para combatir a Manuel de la Peña y Barragán, a quien lo rindió en poco tiempo, el 24 de abril de 1843, en Tixpéhual. Esta rendición fue una de las más brillantes victorias de López de Llergo. Reincorporado Yucatán a la República Federal, le es concedido el grado de general. No volvió a tomar parte en los asuntos públicos hasta que en 1848, Santiago Méndez le encargo el mando de las armas, para combatir a los mayas rebeldes del movimiento conocido como la Guerra de Castas. Serapio Baqueiro escribió, Rasgo biográfico del general D. Sebastián López de Llergo, Mérida, 1898, obra donde expone detalladamente la actuación militar de este personaje.