Fuente Ovejuna, Gregorio (Siglo XVI) Fraile franciscano. Tomó el hábito en la provincia de Los Ángeles. Ya radicado en Yucatán fue enviado por el obispo Gregorio de Montalvo a la provincia de Campeche, en calidad de visitador, debido a los informes que habían recibido sobre agravios cometidos por los indígenas contra la religión católica. Fuente Ovejuna castigó a los culpables. Sin embargo, sus procedimientos fueron cuestionados. Rodrigo Fránquez, vecino de Mérida, presentó a la Real Audiencia de México una queja fechada el 12 de agosto de 1574 a petición de Francisco May, cacique del pueblo de Campeche y demás caciques y principales de aquel territorio. En ella se acusaba a Fuente Ovejuna de haber ejecutado muchos castigos contra los caciques, alcaldes y otros oficiales, de manera indecente e indigna para un sacerdote. Además, se decía que el obispo pretendía visitar estas tierras, por lo que los indios estaban atemorizados, a tal grado, que planeaban huir a los montes. Se instaba a que la Audiencia pusiese remedio a tal situación. Basándose en la Cédula Real expedida en septiembre de 1570, en que se mandaba a los religiosos no apresar a los indios, ni utilizar cepos, ni cárceles, ni trasquilarlos, ni azotarlos, la Audiencia ordenó al obispo de Yucatán ejecutar y observar dichas disposiciones. Desde entonces, el gobierno de la provincia procuró el cumplimiento de esta cédula, lo cual dio lugar a ciertas pugnas entre las autoridades civiles y las eclesiásticas. Según Lizana, Fuente Ovejuna murió en Puebla de Los Ángeles, donde había ido a curarse de los muchos achaques que lo aquejaban.