López Medel, Tomás (1509-1582?) Oidor de las Audiencias de los Confines y Santa Fe de Bogotá. Gobernó Yucatán de 1552 a 1553. Nació en Tendilla, provincia de Guadalajara, España, y murió en su país natal. En la Universidad de Alcalá de Henares obtuvo el grado de bachiller en cánones y en Sevilla conoció a importantes difusores de la corriente erasmista española, quienes influyeron profundamente en su pensamiento. El 27 de noviembre de 1548 fue nombrado oidor de la Audiencia de los Confines a la que pertenecían las provincias de Guatemala, Nicaragua, Honduras, Panamá, El Salvador, Chiapas y Yucatán. Salió de España el 7 de agosto de 1549 y llegó a Guatemala, donde residía la Audiencia, el 19 de marzo de 1550. El presidente de la Audiencia, Alonso López de Cerrato, le encomendó las visitas oficiales a las provincias de Cuscatlán (El Salvador) y Chiapas. En esta última, tuvo la misión de resolver los serios diferendos entre los colonos de la región y fray Bartolomé de las Casas, obispo de la diócesis sostenida por los frailes dominicos. En 1552 se le encomendó la visita a Yucatán, solicitada por los religiosos franciscanos de esta provincia, quienes demandaban la intervención de la Audiencia en favor de los naturales, como consta en la real cédula del 7 de julio de 1550. Las desavenencias entre encomenderos y frailes se originaron porque los segundos exigían que no se emplearan indios para el transporte de carga, mientras que los primeros argumentaban que si no existían animales suficientes para el trabajo, no había más remedio que utilizar cargadores para distribuir víveres y mercancías. Otro argumento de los encomenderos era que los religiosos ocupaban a los indios para construir los imponentes conventos e iglesias. Asimismo, los encomenderos habían interpuesto recursos legales para evitar el cumplimiento del nuevo arancel de tributos, expedido por López de Cerrato. El oidor López Medel presentó al Cabildo de Mérida sus provisiones el 13 de junio de 1552, mismas que lo facultaban para asumir el gobierno de la provincia, administrar justicia en Yucatán, Cozumel y Tabasco; tomar las cuentas de menores y removerlas, tasar el tributo de los naturales de acuerdo con las Leyes Nuevas; repartir tierras y solares; encomendar indios; nombrar oficiales, regidores y alguaciles y establecer el orden que había de guardarse en la aplicación de los bienes de difuntos. Previa visita y exploración de los pueblos de diversas regiones para darse cuenta del estado que guardaba la situación de los indígenas y las necesidades públicas, López Medel dictó muchas e importantes ordenanzas de carácter local referidas a cuestiones de derecho civil, penal, de orden administrativo o religioso, y que en conjunto tendieron a remediar ciertas situaciones que afectaban la organización de la colonia.
Varias disposiciones de carácter civil giraron alrededor de la organización del matrimonio y en la necesidad de mantener la monogamia y evitar las uniones ilícitas. Las de tipo penal, casi todas estuvieron en íntima conexión con la propagación y respeto de los mandatos de la religión católica, mientras que las de carácter laboral estipularon que sólo podría contratarse los servicios de los indios, si éstos voluntariamente querían desempeñar los trabajos mediante una justa remuneración. En las ordenanzas se prohibió la adquisición de indios por compra o mediante cualquier clase de estipulación o convenio. Mientras permaneció en Yucatán, fue nombrado oidor de la Audiencia de Santa Fe del Nuevo Reino de Granada para remplazar al licenciado Galarza, para lo cual se trasladó a Bogotá en 1557. En 1558 inició su visita a la gobernación de Popayán en compañía del obispo Juan del Valle, para dar cumplimiento a la real cédula del 29 de septiembre de 1555, en la cual la Corona ordenaba tasar los tributos de la región. Durante la permanencia de López Medel en las dos audiencias mencionadas, desplegó mediante sus escritos, una campaña sistemática para hacer comprender al rey de España y al Consejo de Indias la difícil situación de la colonización indiana. Ningún otro oidor de su tiempo conoció como él, los distritos que integraban la jurisdicción de esos tribunales y por tanto fue un portavoz experimentado de la realidad indígena y española. En 1561 regresó a España, luego de que fue aceptada su solicitud de renuncia como oidor. Retornó a sus estudios universitarios cursando teología. En 1565 envió sus puntos de vista en torno de la actuación de fray Diego de Landa ante los indios idólatras de Yucatán. Participó en la revisión del caso y su fallo fue favorable a Landa. En 1570 viajó a Roma, donde se consagró como sacerdote y fue propuesto para el obispado de Guatemala, pero para aceptar el cargo solicitó tomar posesión del obispado con título de gobernador. Tal condición entró en conflicto con la política religiosa sostenida por la Corona en las Indias y no fue aceptada. En 1574 fue nombrado administrador del Hospital de Villafranca de Montes de Oca, provincia de Burgos, España. En ese tiempo escribió su Tratado, que dirigió al rey, en donde le comentó amplias curiosidades geográficas y morales. Murió en 1582 o principios de 1583.