López de Cerrato, Alonso Presidente de la Real Audiencia de los Confines que desaprobó la política del Adelantado Montejo y se opuso a la colonización de la región del Golfo Dulce. En 1548 fue designado como tal, y se caracterizó, en un principio, por su rectitud, apego a las leyes y escrúpulos en extremo. Según algunas fuentes históricas, López de Cerrato fue nombrado presidente por intervención de fray Bartolomé de las Casas. Le correspondió trasladar la sede de la Audiencia que se encontraba en Gracias a Dios, Honduras, a Santiago, Guatemala. Durante su administración el Adelantado Montejo perdió toda autoridad gubernativa sobre la región del Golfo Dulce y sobre la Provincia de Tabasco. Apoyó totalmente a la empresa misionera de la Verapaz al disponer la despoblación de la Nueva Sevilla, ordenada por la Corona a Montejo el 30 de diciembre de 1547. Además, implantó con todo rigor algunas de las nuevas leyes como la liberación de los esclavos, la moderación de los tributos y el servicio personal. Sin embargo, la rectitud de López de Cerrato se vio afectada por actitudes que desvirtuaron su labor. La llegada de varios familiares lo comprometió y éstos se aprovecharon y medraron a costa de los indígenas y de los viejos conquistadores y antiguos vecinos. Por ello, la carrera de López Cerrato terminó en un humillante proceso. Fue acusado por Las Casas y Bernal Díaz del Castillo ante el Consejo de Indias y recibió una orden real el 11 de julio de 1552 demandándole moderase los grandes repartimientos en favor de su familia. Al no cumplir las órdenes reales fue cesado de su cargo en 1554. El juicio de residencia que le instruyó Quezada en la ciudad de Guatemala lo consideró culpable de falta grave, “digno por tanto de represión y castigo” asunto que pasó al Consejo y al rey. El cambio en la conducta de López de Cerrato fue lamentable, dado que había sido recomendado y apreciado por fray Bartolomé de las Casas.