Litiasis

Litiasis  Palabra formada con las raíces griegas Litos, piedra, y Sis, formación, que se aplica en medicina a la presencia de concreciones en alguna parte del cuerpo. Puede haberlas en glándulas, como las salivales y la próstata, en vías biliares, como vesícula biliar y colédoco, o en vías urinarias, desde el riñón. La formación de cálculos está ligada a costumbres alimenticias y alteraciones metabólicas personales, que en términos generales pueden influir sobre la precipitación de las sales biliares o en el desdoblamiento normal del ácido úrico y su unión al calcio circulante, con fenómenos posteriores de precipitación y nucleación, que forman las piedras; éstas pueden ser muy pequeñas, llamadas arenillas o de tamaños mayores. Se ha descartado que la cantidad de calcio contenida en el agua de consumo tenga alguna relación con el problema. Se considera que entre el 1 y el 5% de la población mundial puede padecer de litiasis, pero el índice llega a 10% en la región sureste, seguida por la región norte del país. Dado que en algunas zonas de Asia, como las Filipinas, es semejante el problema, se ha pensado en alguna influencia étnica, pero no se ha demostrado.

En Yucatán hay pocos estudios y estadísticas; de la litiasis urinaria se menciona que se presenta con mayor frecuencia en adultos jóvenes del medio urbano y en niños de la zona rural; en una revisión de 346 expedientes de litiasis del Hospital Ejidal, (1951), Erosa consigna las siguientes localizaciones: vesicular, 154; renal, 102; vías biliares, 53; ureteral, 20, y uretral, 17. El tratamiento es quirúrgico, aunque recientemente se emplean aparatos que por medio de ultrasonido disgregan las formaciones.