Grutas

Grutas  Con este nombre y los sinónimos de cuevas y cavernas, en maya aktun, se conocen las formaciones kársticas de Yucatán originadas por la actividad del agua subterránea, que a través del tiempo geológico ha podido disolver enormes volúmenes de roca caliza a lo largo de su recorrido hacia mayores profundidades o hacia el mar, formando en diversos sitios caprichosas galerías que frecuentemente se comunican unas con otras. Además, hay que considerar el hecho de que la Península fue un fondo marino y sólo en épocas relativamente recientes, cuando bajó el nivel del mar, debido a las glaciaciones, la tierra quedó al descubierto. Eso explica que las estalactitas, estalagmitas y las columnas que forman al unirse sean posteriores a las otras formaciones, como las amplias salas de altas e impresionantes bóvedas, alternando con estrechos y bajos pasajes de rugosas paredes y los repentinos cambios en el nivel de su distribución. El piso es casi siempre rocoso, aunque en algunos tramos, la caliza está recubierta por una capa de tierra firme, fina, polvosa y de color obscuro. En algunas hay derrumbes parciales de bóvedas, por donde penetran corrientes de aire y temporalmente la luz solar, permitiendo el crecimiento de algunas plantas. Por lo regular, en el interior de las grutas abundan los depósitos de agua proveniente de las incesantes filtraciones o de los mantos freáticos cuando se encuentran a este nivel. Casi todas las grutas se localizan en una franja situada al sur del estado, siendo en la parte poniente, llamada región de los Chenes, donde se encuentran las mayores; abundan en la región Puuc y en el Oriente son menos numerosas y más chicas. Las grutas sirvieron de refugio a los primeros pobladores, como la de Loltún desde el año 7000 a.C., ya que tenían la ventaja de proporcionar agua. Se mencionarán someramente las grutas más importantes. Ba-lan-caan-chen, cerca de Chichén-Itzá, descubierta en 1959 por el guía de turismo Humberto Gómez, donde se encontraron gran cantidad de ofrendas y estatuillas de Chaak. Cal-kehtok, cerca de Opichén, descubierta en 1845, con numerosos artefactos mayas; la boca de entrada tiene un ancho de 50 m; la gruta alcanza los 90 m de profundidad, y ya tiene iluminación eléctrica y obras para facilitar la visita. Loltún, que significa Flor de Piedra, también arreglada para los visitantes; donde se encontraron restos óseos de un mamut y de caballo enano, así como utilería paleolítica del año 7000 a.C. y huellas de manos estampadas, de color rojo o negro; en diversos estratos se halló cerámica prehispánica; la entrada principal cuenta con trincheras y obras de defensa, todo lo cual indica una constante ocupación. Sabak-já, cerca de Tekax. Tsa-já, cerca de Tecoh,. Uaybil-aktum o gruta embrujada, cerca de Yotolin, descubierta en 1960, a una profundidad de 95 m. Xtakumbil-xunaan, en Bolonchén, descrita por el periodista John L. Stephens, desde 1841.