Losada y Taboada, Arias (conde de) Gobernador y capitán general interino de Yucatán. Fue nombrado para ocupar el cargo por el virrey de la Nueva España, el marqués de Guadalcázar, Diego Fernández de Córdoba, el 8 de julio de 1620. Tomó posesión del gobierno el 3 de septiembre de ese año, de acuerdo con lo registrado por el cronista López de Cogolludo. Pocos días después se casó, en la Catedral de Mérida, con Ana Félix de Guzmán. Designó a Agustín Prolongo de Villanueva como su teniente general. Durante su período de gobierno, que fue sólo de un año, entró en conflicto inmediato con los encomenderos, ya que se propuso aplicar una cédula real que ordenaba se adjudicaran a la Corona todas las encomiendas que quedaran vacantes hasta completar, a través de su producción, la cantidad de 25,000 pesos en oro depositados en la Real Caja. La medida desagradó a los encomenderos y a los aspirantes a encomiendas, porque además de privar a la provincia de la percepción temporal de las rentas, se corría el riesgo de que más tarde fueran abolidas. El Ayuntamiento de Mérida y vecinos de la ciudad solicitaron al gobernador cancelara la ejecución de la real cédula, pero al ver desatendida su petición, le enviaron al rey un extenso informe solicitándole se suspendiera tal cédula en Yucatán, toda vez que afectaba en extremo los intereses de la Colonia. Nombraron como procurador general de la ciudad de Mérida, en la Corte de Madrid, a Thomé de Rúa para que gestionara la completa abrogación de la orden relativa a las encomiendas. El capitán Arias Losada, al mismo tiempo que enfrentó a los encomenderos, complació a otros pobladores a través de numerosas concesiones de tierra para el establecimiento de estancias de ganado vacuno, previa garantía de no causar daño a los pueblos de indios. Sin embargo, en los Apuntes, del cronista José Nicolás de Lara, se asegura que el capitán Arias Losada se dedicó, durante su gestión, a enriquecerse y que uno de los medios que encontró para alcanzar su objetivo fue el de repartir tierras para la ganadería. En ese período, las milicias provinciales estuvieron muy activas defendiendo la costa de los ataques y saqueos de los piratas que, atraídos por el comercio de la grana, merodeaban constantemente los puertos de Yucatán. Se logró apresar a cuatro navíos anclados y tres que se dirigían hacia la Península. El 25 de julio de 1621 se tuvo noticias de la muerte de Felipe III. Se celebraron las honras por el rey y se alzaron pendones por su sucesor, Felipe IV, quien confirmó en el gobierno al capitán Arias de Losada. Terminó su administración el 1 de septiembre de 1621 y tuvo que entregar el poder a Diego de Cárdenas, nombrado gobernador por Felipe III antes de su muerte. Manifestó cierta oposición al nombramiento, bajo el argumento de que él había sido ratificado por Felipe IV. No logró su objetivo, ya que los Ayuntamientos de Mérida y Campeche reconocieron a Diego de Cárdenas como gobernador de Yucatán.