Lemus, Pedro Marín (1796-1847) Militar. Nació en La Habana, Cuba y murió en la Ciudad de México. Fue oficial realista de 1808 a 1821, en que juró la Independencia de México. En 1826 estuvo de guarnición en Campeche, donde conoció a Santiago Méndez; ambos fueron miembros del partido político llamado la Camarilla, opuesto a la Liga. El general Manuel Rincón lo expulsó de Yucatán por considerarlo «un hombre peligroso e intrigante», enviándolo a Veracruz. Pero en Veracruz tampoco lo aceptaron, y el comandante militar pidió al presidente de la República se le trasladara a Tlaxcala.
En la obra México a través de los siglos, al hablarse de la Junta Promotora de la Libertad Cubana reunida en el ex convento de Belem, sala de sesiones de la Sociedad Lancasteriana, en 1827, se dice que Lemus asistió como representante de Bayamo. Posteriormente tomó la bandera del federalismo, y en 1833 Gómez Farías lo hizo general de brigada por vacante de Juan Pablo Anaya, que ascendió a divisionario el 8 de junio de 1833, mismo año en que a Lemus se le designó comandante general de Puebla y después de los estados de Oriente. Sublevado contra Bustamante y víctima de la persecución, se refugió en Yucatán, donde lo llenaron de consideraciones y le ofrecieron el mando de las tropas federalistas al ser invadido el estado por los centralistas al mando de Peña y Barragán. Sin embargo, Lemus traicionó al federalismo al entregar a los invasores, puntos estratégicos de Campeche como la Eminencia y San Miguel, de gran valor militar por estar situados en las zonas altas que circundaban esta ciudad. Prueba de su traición fue cuando el gobernador Miguel Barbachano y el ministro de guerra Martín F. Peraza le ordenaron reconquistar la Eminencia; estableció medidas que perjudicaron a los federalistas, enviados a combatir, en horas inadecuadas cuando el sol del mediodía les hería los ojos al subir el cerro, provocándoles irremediablemente su derrota. Tras este hecho, fue sometido a Consejo de Guerra donde se portó con insolencia y fue desterrado del estado. Inmediatamente después se unió a los invasores, a quienes acompañó en su fracasada expedición a Mérida. Al retirarse las tropas invasoras fue sometido por el gobierno santanista a un proceso del que salió absuelto.
Murió en la Ciudad de México en forma súbita el 1 de mayo de 1847, cuando iniciaba la invasión estadounidense.