González, Alonso (Siglo XVI) Las pocas noticias que se registran en la historia de Yucatán sobre el clérigo Alonso González son acerca de su participación en la primera expedición a la Península, que salió de Cuba en 1517, capitaneada por Francisco Hernández de Córdoba. Vino en calidad de capellán de los expedicionarios, como era costumbre, para darles atención ministerial y celebrar los servicios religiosos. Fray Diego López de Cogolludo, en su relato sobre el desarrollo de esta expedición en tierras yucatecas, sitúa una acción de este clérigo durante el enfrentamiento con los indios mayas en Cabo Catoche. Refiere el autor mencionado que «El clérigo Alonso González fue a unos adoratorios, que estaban un poco adelante en una placeta; y eran tres casas labradas de piedra, y allí halló muchos ídolos de barro, unos como caras de demonio, otros de mujeres, altos de cuerpo, otros al parecer de indios, que estaban cometiendo sodomías. En unas arquillas de madera, que allí estaban, metió el clérigo algunos ídolos, y unas patenillas, tres diademas y otros piecezuelos a modo de pescados, y ánades de oro bajo, que enseñó después a los compañeros. Ellos, habiendo visto casas de piedra, cosa que no usaban los indios de Cuba, y aquellas señales de oro, quedaron, aunque heridos, muy contentos, habiendo reconocido tal tierra». En esta narración histórica de Cogolludo quedó de manifiesto que el principal objetivo de la posterior conquista de Yucatán fue el afán de hacerse de riqueza fácil, a través del oro y otros metales preciosos, que en esos tiempos creían posible que abundaran en la Península. En esta acción, los españoles capturaron a dos indios mayas a los que bautizaron con los nombres de Melchor y Julián.