Itzimná  En este poblado se encontraba el adoratorio al dios ItzamNa y sus habitantes pertenecían al cacicazgo de Ceh Pech, gobernados por el cacique Itzam Pech. Hacia 1549 este cacicazgo estaba compuesto por 180 personas, muchas de ellas se trasladaron a Chuburná a la llegada de los españoles, quienes destruyeron los ídolos y el adoratorio, y en su lugar edificaron el templo donde se veneró al Cristo de Esquipulas que estuvo dedicado a San Miguel Arcángel. El Catálogo de Construcciones Religiosas dice que por la placa que se encuentra sobre la puerta que da acceso a la escalera del campanario, la iglesia fue fundada en 1710 por Andrés Chan. También la fachada del templo tiene una placa que data de 1719, que podría ser la fecha en que se terminó la edificación. La pila bautismal tiene la inscripción de 1689. A mediados del siglo XIX fue restaurado el templo y el obispo Carrillo y Ancona bendijo las obras e instituyó la devoción a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.

Se erigió en parroquia el 25 de mayo de 1944 por decreto del arzobispo de Yucatán, Fernando Ruiz Solórzano, quien la dedicó a la advocación a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro y el arzobispo Manuel Castro Ruiz declaró el templo como Santuario Mariano el 4 de septiembre de 1987. Hacia 1748 Itzimná era una zona de quintas y casas de recreo. En 1868 llegó a Itzimná Joaquín García Ginerés y fundó la Alianza, urbanizadora que vendía terrenos para poblar ese lugar de Mérida, pero no tuvo éxito. Posteriormente las familias que vivían en el centro de la ciudad, que ya estaba saturado de viviendas, comenzaron a retirarse hacia las afueras de la ciudad, principalmente se dirigieron a Itzimná. Al iniciar el siglo XX, sus habitantes empezaron a dotar al poblado de escuelas, policía y alumbrado público. Tenía estación de ferrocarril que funcionó de 1881 a 1959, registro civil y cementerio.

Para 1902 la colonia ya estaba poblada y se unía a Santa Ana por lo que se pidió que Itzimná de Zaragoza se declarara perteneciente a ese suburbio y se registró oficialmente en 1903.

Para llegar a Itzimná habían dos caminos: el que pasaba por Santa Ana, seguía al Norte como inicio del antiguo camino carretero a Progreso y luego se desviaba al Oriente, y el camino a Conkal que partía de la plaza de Mejorada. En los años 20 los únicos medios de transporte eran el tranvía, que llegaba al pueblo cada hora y el ferrocarril que transportaban a los feligreses que acudían en romerías para la fiesta anual de la Virgen.

La Compañía de Tranvías de Mérida instaló en 1893 un parque de diversiones denominado Los recreos de Itzimná y estuvo en servicio hasta la segunda década del siglo XX. Después, el terreno que ocupaba el parque se convirtió en campo deportivo y hoy están las instalaciones del Colegio Montejo. El actual parque de Itzimná se construyó en 1972 y en el ángulo noroeste se instaló la estatua del obispo Juan Gómez de Parada con vista al Poniente. Se instaló una fuente, acera perimetral, seis jardines y un espejo de agua.