Irabién Rosado, Perfecto (1870-1933) Abogado. Nació en Valladolid, Yucatán y murió en la Ciudad de México. Ingresó al Colegio Católico de San Ildefonso y fue su maestro Juan Francisco Molina Solís, en cuyo bufete comenzó a litigar, distinguiéndose por su dominio del derecho constitucional. Colaboró en La Revista de Mérida y fue asesor jurídico del gobernador interino Enrique Muñoz Arístegui, (1908-1910). Por varios años dirigió la administración de la Lotería Nacional en Mérida. Fue consejero del arzobispo Martín Tritschler y Córdoba. En 1915 radicó en La Habana, donde ejerció ante las Cortes de la República de Cuba.
En 1917 se trasladó a la Ciudad de México. Colaboró con José Inés Novelo, ex director del Instituto Literario y del Partido Liberal Constitucionalista, hasta 1920. En 1924 publicó sus Estudios jurídicos (tomo I y único), donde reprodujo los alegatos sobresalientes que elevó a los tribunales desde 1897. Es autor de la novela ¡Vae Soli! (impresa en España, en 1930), que perfila la aburguesada vida mexicana del primer tercio de este siglo. Fue representante jurídico de conocidas compañías petroleras. Falleció cuando dirigía el despacho de abogados donde ejercían José Castillo Torre, José Esquivel Pren, Alberto Irabién Revueltas, Rodulfo y Leopoldo G. Cantón.