Infiltración La Península de Yucatán, al carecer de escurrimientos superficiales, tanto permanentes como temporales, sufre una ligerísima inclinación del terreno, intensa fracturación y fragmentación de la roca calcárea superficial y alta permeabilidad del suelo y subsuelo, lo que permite la infiltración, consistente en el lento paso de las aguas de lluvia a través de las grietas y espacios huecos del suelo, para incorporarse a las aguas subterráneas.