Guacamaya Ave muy grande, de cuello corto, pico fuerte y ganchudo; las patas tienen dos dedos hacia delante y dos hacia atrás; la cola es larga; en la parte distal del ala tiene plumas de color rojo, amarillo y azul. Su voz es un sonido áspero. Habita en árboles altos de los bosques; se alimenta de frutas y semillas. Van de un sitio a otro en bandadas estridentes y provocan gran algarabía cuando están en grupo. Según el color predominante en el plumaje corporal se consideran dos especies: la guacamaya verde (Ara militaris) y la guacamaya roja (Ara ma-cao), dentro de la familia psitácidos. La roja era la más frecuente, llamada en maya kakix, que significa mujer de fuego.
Dentro del contexto religioso de los mayas prehispánicos, se consideraba a esta ave como intermediaria entre el cielo y la tierra, mensajera del sol, y por eso hay muchas representaciones suyas en los juegos de pelota y en escenas religiosas y cósmicas, ya que además formaba parte del zodíaco. Sus plumas eran muy apreciadas por los indígenas y las utilizaban para adornar sus penachos y vestimentas y hacer diversos adornos, por lo que constituían un valioso presente como regalo de amistad y un codiciado objeto de comercio. Esto último aún perdura, ya sea con las plumas o con las aves vivas, lo cual, aunado a la destrucción de gran parte del territorio selvático en que viven, ha hecho que en Yucatán se le considere como una especie en peligro de extinción.