Gutiérrez Zagarzazu, Luis Militar y poeta. Nacido en La Habana, Cuba, y muerto en la ciudad de Campeche. Llegó a la Península en fecha no determinada y fijó su residencia en Campeche donde prestaba servicio su padre, el coronel del ejército mexicano Gervasio Gutiérrez y Cuentas. Allí siguió la carrera militar. De acuerdo con el historiador Eligio Ancona, el 5 de noviembre de 1829 fue ascendido a capitán un oficial de la guarnición de Campeche llamado Luis Gutiérrez, por lo que sus compañeros se reunieron a celebrar el acontecimiento. Entre ellos se encontraban los jefes más destacados de la plaza. Al calor de las copas se pronunciaron discursos violentos en contra del abandono en que se tenía al ejército y de adhesión a la república central.
En la madrugada del 6 de noviembre se reunió un grupo de jefes y oficiales con el objetivo de dar forma escrita al pronunciamiento en el que se proclamó abiertamente el «centralismo», se pidió deponer todas las autoridades de Yucatán y se invitaba al coronel José Segundo Carvajal a asumir el mando político y militar en toda la Península. Esto significaba la separación política de Yucatán del gobierno de México y por tal motivo el presidente Vicente Guerrero envió a Mérida a su ex ministro Lorenzo de Zavala para pactar con los militares rebeldes la reanexión de Yucatán a la república. Lorenzo de Zavala fue detenido en el puerto de Sisal y obligado a reembarcarse de inmediato bajo pena de muerte. Fue Gutiérrez Zagarzazu quien le entregó en nombre de Carvajal la orden a Zavala.
La obra poética de Luis Gutiérrez nunca fue recopilada en libros, sino que se encuentra dispersa en varios periódicos y revistas de su tiempo, entre ellos El Museo Yucateco, El Fénix, El Registro Yucateco y El Siglo Diez y Nueve. José Esquivel Pren señala que en los versos de Gutiérrez hay un uso excesivo o abuso de adjetivación que dejan ver la vulgaridad de las voces ya demasiado pronunciadas, aunque hay buena métrica. Consecuente con su criterio político, abiertamente centralista, admiró a Antonio López de Santa Anna, cuyas hazañas cantó en sus versos generalmente mediocres. En El Regenerador, periódico oficial, publicó la letra de un himno en la edición correspondiente al 14 de julio de 1854 para enaltecer la derrota disfrazada de triunfo sufrida por Santa Anna en el cerro del Peregrino, en Guerrero, al comienzo de la Revolución de Ayutla. La música fue compuesta por el maestro José Jacinto Cuevas y se estrenó en el antiguo Teatro San Carlos, hoy Peón Contreras, cantado por los componentes de una compañía dramática que en esos días realizaba una temporada. También compuso poesía mística. Su poema titulado El impío, dedicado al Sagrado Corazón de María, fue editado en un folleto con licencia eclesiástica, dada por el obispo José María Guerra en 1858.