Escudos La heráldica de Yucatán es muy variada y los escudos se clasifican en cinco grupos diferentes: municipales, gentilicios, religiosos, corporativos e históricos, algunos de los cuales son antiguos y otros de reciente creación. Al grupo municipal pertenecen los escudos heráldicos de la ciudad de Mérida, Valladolid, Izamal, Progreso, Motul, Tizimín, Ticul, Umán y Chocholá, entre otros. Con excepción del de Mérida, el resto fue creado y adoptado a partir de 1971 por la decisión de las autoridades municipales y de la ciudadanía.
El escudo de armas de la ciudad de Mérida es de origen colonial y fue concedido por el rey Felipe III de España en 1618. Los blasones del ramo gentilicio o familiar son todos aquellos concedidos a remotos antepasados de familias yucatecas de origen hispano, en cuyo poder obran viejos pergaminos o documentos fidedignos que pueden acreditarlos. También el linaje indígena maya de los Xiu posee blasón heráldico que le fue concedido en el siglo XVI. La heráldica religiosa local se reduce a los escudos eclesiásticos, antiguos y modernos, de carácter personal, adoptados tradicionalmente por obispos y arzobispos que han regido la Diócesis y luego Arquidiócesis yucatanenses. Pueden localizarse en sellos de documentos, correspondencia o impresos episcopales de distintas épocas, en medallas conmemorativas y otros objetos litúrgicos. Los escudos corporativos, por lo general de reciente creación, son aquellos adoptados por instituciones de índole militar, deportiva, escultista, universitaria, editorial, política, gremial, sindical, turística, industrial, etcétera, pero sólo los creados bajo normas heráldicas, ya que en su inmensa mayoría son logotipos.
En el ramo de los blasones históricos están todos los de Yucatán que aparecen en antiguos edificios religiosos y civiles, así como en piedras labradas que en el pasado estuvieron en fachadas de casas solariegas o en lápidas de viejas sepulturas de iglesias y conventos. A este grupo pertenecen el escudo real español monumental de la Catedral de Mérida, los de la orden franciscana de muchos templos de Yucatán, los de Mérida, el de la Casa de Montejo, el escudo de la Cruz de Gálvez, el blasón de la casa de los Cárdenas, la piedra sepulcral de Juan de Aguilar localizada en la Iglesia de las Monjas, y el de Juan de Orduña, en Sisal. Otros se encuentran en los monumentos conmemorativos o cenotafios episcopales del interior de la Catedral de Mérida y en la galería de retratos de obispos coloniales de la Sala Capitular. El Instituto Nacional de Antropología e Historia y el Museo de la ciudad de Mérida guardan una buena colección de piedras heráldicas reales, civiles, religiosas y funerarias, entre las que destaca el escudo nobiliario del capitán general de Yucatán, Antonio de Figueroa y Silva.