Echeverri, Juan María

Echeverri, Juan María  Último gobernador y capitán general del régimen español en Yucatán. El 1 de enero de 1821 tomó posesión de la capitanía general y del gobierno de la provincia de Yucatán, en sustitución de Mariano Carrillo y Albornoz y su mandato concluyó el 8 de noviembre de 1821, luego de consumada la Independencia de México. Arribó a la Península muy imbuido de las ideas jacobinas, lo que explica que el 15 de enero dirigiera una nota al obispo de la Diócesis instándolo a cumplir la disposición de las Cortes, relativa a la sustitución de los frailes franciscanos por sacerdotes del clero secular. Todavía se encontraba en ejecución esta disposición, cuando el 29 de enero llegó una ley de las Cortes, de 1 de octubre de 1820, en la cual se ordenaba la reducción del número de monasterios, además de no permitir más de un convento por Orden en la misma población, suprimir los que tuvieran menos de 12 sacerdotes e impedir la apertura de nuevos, con la prohibición de admitir novicios o que profesaran los existentes. Echeverri implementó estas disposiciones en Yucatán con áspera severidad. El 1 de febrero de 1821 colocó un destacamento de 40 hombres en el convento de la Mejorada y otro igual en el de San Francisco. Ocupadas militarmente las casas principales, se notificó a sus moradores que el 15 de febrero debería quedar desalojado el edificio de San Francisco, optando los religiosos por la secularización o por refugiarse en la Mejorada. A excepción de los conventos de Ticul y Calkiní, se declararon cerradas todas las demás casas franciscanas en la Península. El día estipulado se procedió a la disolución del monasterio de San Francisco, sin tomarse ninguna precaución para salvar los tesoros artísticos y literarios que el recinto conservó por casi 300 años. La muchedumbre demolió los altares, extrajo los muebles, imágenes, reliquias, ornamentos sagrados y desaparecieron los cuadros de pintores célebres, manuscritos antiguos y diccionarios maya-español y español-maya. Los religiosos de San Juan de Dios, que dirigían o administraban los hospitales públicos de Mérida y Campeche, fueron también desalojados y obligados a secularizarse, quedando estos inmuebles en manos de los respectivos ayuntamientos. Antes de ser expedido el decreto por las Cortes, se había iniciado la clausura de los cementerios construidos en las áreas vecinales de las parroquias. Durante el gobierno de Echeverri se inauguró el cementerio de Campeche, el 19 de marzo de 1821, y el de Mérida entraría en funcionamiento hasta el 31 de octubre, cuando Yucatán ya era independiente de la Corona Española. El monasterio de monjas concepcionistas se conservó.

Echeverri no fue partidario de la Independencia de México, aunque no se enfrentó con las fuerzas independentistas de la Península, básicamente por carecer de un ejército adicto y la fuerza de la opinión. Asumió pasivamente la entrada del ejército trigarante a Tabasco. Tras recibir una nota oficial del Ayuntamiento de Campeche, del 13 de septiembre de 1821, donde le manifestó su simpatía en favor de la Independencia de México, el gobernante llamó a sesión extraordinaria a la Diputación Provincial y al Ayuntamiento de Mérida, para que deliberaran y resolvieran libremente en torno a tan importante cuestión. Se llamó el 15 de septiembre de 1821 a una asamblea general en cabildo abierto, presidida por Echeverri, en la que se optó por la Independencia, aceptando los planes de Iguala y de Córdoba, que constituían a la nación mexicana en imperio constitucional representativo. Aun cuando Echeverri manifestó su disposición a renunciar a su cargo, la asamblea por unanimidad acordó que siguiera gobernando. Esta situación anómala de declarar la Independencia y sostener al frente de la provincia a un alto empleado del gobierno español que se negaba a jurarla y cumplirla, generó protestas en todo el país. La ciudad de Campeche fue la primera en manifestar su inconformidad luego de que le fue negado el permiso, el 5 de octubre, para izar la bandera tricolor en su Ayuntamiento, en sustitución de la bandera española. Contra la negativa, colocó el lábaro patrio el 14 de octubre, lo que motivó que de inmediato la Diputación Provincial y el gobernador Echeverri sesionaran, y como consecuencia cesaron en sus funciones al teniente de rey interino, Duque de Estrada, y a Juan José de León. La respuesta del pueblo de Campeche se expresó en sesión extraordinaria en cabildo abierto, donde acordó jurar la Independencia el 22 de octubre de 1821, restituyendo en sus funciones a Duque de Estrada y a León. Estos sucesos disgustaron al gobernador Echeverri, quien reunió nuevamente a la Diputación Provincial el 26 de octubre y le presentó su renuncia, misma que fue denegada porque a juicio de los diputados, su separación podría llevar a la anarquía. El 5 de noviembre el Ayuntamiento de Campeche desconoció a Echeverri como gobernador y ante la imposibilidad de hacerse obedecer en esa provincia por no haber jurado la Independencia, renunció a su cargo definitivamente el 8 de noviembre de 1821. La Regencia de México decidió enviar como capitán general y jefe superior político de Yucatán al mariscal Melchor Álvarez, destacado jefe realista en Oaxaca, quien entró a Mérida y tomó posesión del mando el 9 de marzo de 1822.

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