Enfermería

Enfermería  En Yucatán, la atención material de los enfermos estuvo siempre en manos de los frailes, ya fueran franciscanos o juaninos, en sus hospitales y conventos. Al ser expulsados de sus instituciones por orden de las Cortes españolas en 1821, no dejaron sus tareas caritativas; se alojaron en casas particulares y continuaron, los que eran enfermeros, atendiendo gratuitamente a los enfermos. Cuando el hospital pasó en 1832 a manos del estado, ya no había ninguno; la atención quedó a cargo de sirvientes con algún adiestramiento. En 1861, en el hospital de Mejorada sólo había seis auxiliares, lo que motivó a las autoridades a pedirle a la emperatriz Carlota, cuando visitó Yucatán en 1865, que enviase religiosas y así, el 24 de enero de 1866 arribaron a Mérida cinco hermanas de la Caridad que se hicieron cargo de las labores de enfermería, ayudadas por las auxiliares laicas. El 4 de noviembre de 1868 la Escuela de Medicina, previo examen, expidió título de «comadre o partera» para Apolonia María Sury, sin especificarse donde estudió. En 1886 se implantó la carrera de comadrona en la Escuela de Medicina, impartiendo la cátedra de obstetricia José M. Tappan y haciéndose las prácticas en el hospital; la primera en graduarse fue Felipa Valencia de Palomo el 13 de marzo de 1890 con la tesis El aborto. Cada año se inscribían algunas alumnas; en 1906 fueron seis, entre ellas Julia Arauz, que llegó a ser la más distinguida comadrona de la ciudad durante más de 25 años. Esta carrera se siguió considerando independiente hasta 1908. Por decreto del dos de febrero de 1903 se estableció la carrera de enfermera profesional, a la cual se inscribieron 10 alumnas: Mercedes Cervera Carenzo (Mérida), Elvira Heredia de D. (Mérida), Teófila Alvarado (Maní), Manuela Gil de R. (Campeche), Carmela Almeida (Campeche), Gertrudis Alcocer (Palizada), Francisca Ferrer de R. (Tabasco), Emilia Huerta (Veracruz), Mercedes Rivero de M. (México) y Rosario Smith (México). La primera en obtener el título de enfermera fue Mercedes Cervera Carenzo quien presentó examen el 6 de febrero de 1907. En vísperas de comenzar a funcionar el nuevo hospital O’Horán y el Asilo Ayala, se inscribieron 25 alumnas; en los años posteriores lo hicieron ocho, en promedio, y 15 en 1911. El 6 de julio de 1910 se publicó en la prensa el siguiente aviso: «El día primero de septiembre deberá abrirse un nuevo curso para enfermeras titulares, que gozarán de una pensión de 25 pesos mensuales durante el primer año y de 50 en el segundo y tercero». La Escuela tuvo un lapso de inactividad (1913-1919); en 1920 se inscribieron 11 y volvió luego a quedar inactiva, hasta 1933 en que asistieron ocho alumnas, pero en 1936 se inscribieron 13 alumnas libres y 29 del hospital O’Horán y en 1939 se preparó a un grupo de 20 para el hospital del Niño. Volvió luego a quedar casi inactiva durante varios años hasta que en 1959 se acordó su desaparición. En 1963 la Secretaría de Salubridad y Asistencia comisionó a la enfermera Amada Hernández Chávez para que con un nuevo plan de estudios y personal docente iniciara una nueva etapa de la Escuela. Al principio funcionó en el mismo local de la Facultad de Medicina; en 1973 se trasladó a dos locales provisionales, mientras se terminaba su local propio en el costado poniente del hospital, el cual ocupó en julio de 1974. Por otra parte, ante la creciente necesidad de aumentar su personal de enfermería, el Instituto Mexicano del Seguro Social fundó su propia Escuela en Mérida, el 21 de septiembre de 1972, siendo su primera directora Paz Mójica Salgado. Ocupó varios locales hasta que fue instalada en la calle 52 con avenida Pérez Ponce, con capacidad para 400 alumnas. De las escasas estadísticas disponibles sobre personal de enfermería trabajando en el estado, se puede inferir que en 1900 había 10; 1910, 40; 1920, 63; 1940, 120; 1960, 220; 1970, 475 y en 1992, solamente en el sector oficial, se contaba con 1,152 enfermeras y auxiliares de enfermería. En 1980 se fundó el Colegio de Enfermeras.

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