González Aznar, Pablo (1854-1893) Impulsor del béisbol en Yucatán. Nació en Mérida y murió en Nueva York, Estados Unidos de América. Ayudó económicamente a muchos jóvenes que mostraban afición y aptitudes para el béisbol, protegiendo los clubes nacientes, a los que les proporcionaba uniformes y material propio para este deporte. Al fallecer Pablo González, el periódico neoyorkino Le Bon Marché expresó en su nota necrológica: «A sus empresas mercantiles se unía últimamente una idea para algunos baladí, que de veras le ocupaba y que con energía y entusiasmo sin igual iba poniendo en planta, ayudado por sus amigos los señores Pedro Regil Ávila y Rafael Otero. Diole en creer que el juego de béisbol podría ser un gran elemento de salud y fuerza, de moralidad y freno para sus jóvenes paisanos y sin parar en gastos, sirviéndose del ejemplo para persuadir y avivar el fuego del entusiasmo, que empezaba a prender en el ánimo de la juventud, levantó en el cercano pueblecillo de Chuminópolis un hermoso campo, en todos sentidos apropiado para el caso; instó con insistencia nunca debilitada, para que se formasen clubes; jugó muchas veces él mismo; animó a los mayores y halagó a los chicos; cuando su obra tomaba proporciones que auguraban el brillante resultado de una gran batalla, su muerte fue un golpe demasiado violento para el desarrollo del béisbol yucateco.» Luis Ramírez Aznar dice en Historia del béisbol en Yucatán, Tomo I, 1989, que la ausencia de un patrocinador como Pablo González Aznar, unido a la invencibilidad del Sporting Club, equipo integrado por jóvenes de la clase acomodada y cuya preparación física en ocasiones se había dado en el extranjero, origina la desilusión de los otros clubes, más populares, a tal grado, que en 1894 se experimentó una decadencia del béisbol, ya que llegaron a suspenderse muchos juegos y se desintegraron equipos.