Hotzuc

Hotzuc  Sitio arqueológico que se localiza en el municipio de Umán, a 14 kilómetros de la cabecera. Su nombre en maya significa: cinco montecillos o montones. Se llega al lugar a través del poblado de Xtepén, siguiendo hacia el Este por un camino de siete kilómetros. El lugar fue convertido en hacienda henequenera y la periferia aún está sembrada con el agave. La importancia arqueológica del lugar fue señalada en 1883 por el obispo Crescencio Carrillo y Ancona en su Historia antigua de Yucatán. En 1965, el desaparecido Instituto Yucateco de Antropología e Historia descubrió en Hotzuc un importante altar redondo con inscripciones jeroglíficas. Para la construcción de la casa principal de la hacienda se utilizaron piedras provenientes de edificios arqueológicos, muchas de las cuales formaban parte de la decoración de los mismos, por ejemplo cejas, narices y orejas de los mascarones del dios Chaac. Una importante pieza arqueológica se halla empotrada en la alfarda de acceso a la casa principal de la hacienda y consiste en una cabeza en relieve con espiga, que descansa sobre una columnilla con atadura, en posición horizontal. La cara lleva una banda en la frente, los ojos están enmarcados por una depresión rectangular que los resalta, las orejas, al igual que la boca, están talladas en bulto. Una cabeza similar se halló en una de las paredes de los tanques de agua de la hacienda, aunque estaba más erosionada. Los principales montículos arqueológicos se localizan en una plaza cerrada, dentro de la hacienda, cuya estructura norte alcanza los ocho metros de altura y aún se conserva parte del templo superior que la coronaba. En el montículo del costado oriente existen restos del basamento redondeado. La estructura situada al Poniente preserva aún los dinteles y jambas originales que guardan semejanza arquitectónica con sitios como Aké, Cucá, Bena, Chuburná, entre otros, debido al volumen de los bloques de piedra. La edificación del costado sur de la plaza es la más pequeña y deteriorada del conjunto. Por lo que respecta al altar, su forma es cilíndrica y en su superficie frontal tiene una serie de numerales y jeroglíficos, muy erosionados por el tiempo, dispuestos en un espacio en forma de T. Mide 1.60 m de diámetro por 73 cm de altura y se halla partido a la mitad. La cerámica superficial de la zona parece corresponder al Clásico Tardío.