H’Men El término correcto es Ah-men, en el que ah denota la condición masculina y men es la raíz verbal que significa hacer, por lo que la traducción sería el que hace, o el hacedor. Dentro de la jerarquía religiosa era una categoría inferior a la del sacerdote denominado Ah-Kin, que realizaba los ritos solares, ya que el ah-men oficiaba en ceremonias dedicadas a los señores de la lluvia, del maíz y otros.
En esa época, el que curaba el dolor era el dzak-yah, que conocía las plantas medicinales; el ah-naat era el adivino, que usaba el sastun o piedra clara para ver en ella; el kax-bak era el componedor de huesos y el ah-pul-yah, el que arrojaba dolencias o males, que llamaríamos hechicero. Los sacerdotes Ah-Kin sólo provenían del linaje dominante y el cargo era hereditario, en tanto que los demás podían provenir de las otras clases. Landa menciona que en algunas grandes ciudades, anexas a algún templo, había escuelas o centros de adiestramiento donde se impartían diversas enseñanzas. Aunque en varios sitios había sacerdotes para los grandes ritos y celebraciones religiosas, los aspectos menores, entre ellos el ejercicio de la medicina, quedó en manos del ah-men, que realizaba invocaciones y ceremonias, como la del cha-chaak para pedir la lluvia, la expulsión de malos espíritus por medio de limpias, el llamado del alma, la consulta al sastun, la administración de hierbas medicinales y de amuletos para contrarrestar brujerías, etcétera. Esto fue lo que encontraron los españoles en el momento de la Conquista. Como los sacerdotes mayas fueron perseguidos, el ah-men se escudó con la medicina, por lo que fue tolerado y a veces hasta consultado por los mismos españoles. Con el transcurso de los años, no sólo se acomodó perfectamente dentro de la situación intercultural, sino que añadió algunos elementos nuevos a su repertorio, como el uso de la gallina y huevos, de velas de sebo, de oraciones e imágenes cristianas, de utilería metálica, etcétera. Hasta ahora existen, sobre todo en le medio rural. En Chiapas se le conoce con el híbrido nombre de mensanto.