Helep (o cambio de Chaacoob) Ceremonia tradicional celebrada únicamente en el pueblo de Xocen, donde cada 16 de julio hay cambio de chaako’ob u oficiales de Yuum Chaak, encargados de regar las milpas por los cuatro puntos cardinales. Son invocados por los campesinos mayas después de cada siembra para pedirles el envío de la lluvia, de la cual dependen sus cultivos. Según los campesinos de Xocen, los oficiales de la lluvia, igual que las autoridades, son renovados cada año al llegar el 16 de julio, cuando entran nuevos chaako’ob. El evento dura cuatro días porque en cada uno de ellos se cambia uno de los cuatro chaako’ob (uno por cada punto cardinal) que forman el nuevo grupo que sustituirá al anterior y cuyos trabajos durarán un año. Sólo el jefe inmediato de los chaako’ob, que es San Miguel Arcángel, no es sustituido y queda siempre como jefe. Los chaako’ob salientes tienen que entregar sus herramientas, rifles y espadas. Durante esos días se reúnen todos los chaako’ob, —que deben ser muchos, según los campesinos—, y la madre de la familia chaak, quien en un libro enorme donde no sólo está Xocen, sino todos los pueblos, anota todo lo que han recibido de los campesinos, durante un año. Si algunos no hicieron sus ofrendas y/o no cumplieron sus promesas, se dejaría sentir el castigo de Yuum Chaak, quien puede ordenar a los chaako’ob que no rieguen. Si cumplieron, no habrá nada que temer. Sin embargo, es posible que las decisiones de Yuum Chaak no se cumplan todo lo bien que los campesinos quisieran. Puede ser que la conducta de los subordinados chaa-ko’ob, influya para bien o para mal en el cumplimiento de una decisión superior. Hay chaa-ko’ob cumplidos y otros flojos, unos de carácter apacible y otros de carácter violento y todas esas conductas repercutirán durante el año que dure el cargo del nuevo grupo. En esos días no es recomendable trabajar porque el período de cambio propicia una situación inestable. Las mujeres no deben bordar porque pueden atraer un rayo con su aguja. Por otra parte, la reunión de los chaako’ob y el cambio se realizan con abundancia de comida y bebida en un lugar subterráneo cerca de Tulum, abajo del mar. En esa reunión consumen todo lo entregado por los campesinos en el año. Los chaako’ob son los que reciben todo, pero en esta reunión tienen que rendir cuentas ante sus superiores de todo lo recibido. Esta ceremonia es de clara raíz prehispánica. Varias fuentes señalan que el «helep» era el nombre con el que se designaba al momento en que entraba un nuevo año, y que esa fecha correspondía al 16 de julio del calendario occidental.