Escuela de Carentes de Vista En 1930, el profesor Santiago Navarro Silva y su esposa Guillermina Lacayo, apoyados por el jefe del Departamento de Educación Pública, Eduardo Urzaiz Rodríguez, fundaron esta primera institución educativa especializada para la rehabilitación, en un local de la recién inaugurada escuela secundaria Adolfo Cisneros Cámara. Navarro trajo de México el sistema de escritura y lectura Braille y la enseñanza de ejecución de instrumentos musicales. A partir de 1940 la escuela fue oficialmente clausurada, pero Navarro y su esposa continuaron dando en su domicilio particular los servicios que ya habían iniciado. En 1947, el gobierno estatal aprobó su funcionamiento; con recursos privados se rentó la casa número 409 de la calle 65; después ayudó parcialmente el Ayuntamiento y por último se hizo cargo de la renta. La creación de la Dirección de Educación Especial permitió su consolidación. Gloria Soria de Luna, al frente del DIF estatal, brindó su apoyo y promovió en 1978 la formación del Patronato Pro-Escuela de Invidentes, que inmediatamente se hizo cargo del remozamiento del local y la adquisición de mobiliario y material especial. En el año de 1979, por disposición testamentaria de Consuelo Gutiérrez viuda de Berzunza se creó la fundación Berzunza Gutiérrez para la superación de los carentes de vista y disminuidos visuales de Yucatán. A través del DIF y el Patronato, se llegó a una nueva organización el 11 de noviembre de 1980, que se denominó Centro de Educación Especial para la Integración de Carentes de Vista y Disminuidos Visuales firmándose un convenio de coordinación entre la SEP, que proporciona el personal directivo y el de Educación Especial debidamente capacitado; el gobierno del estado sostiene el personal manual, gastos para los albergues en otros municipios y para talleres; el DIF, que ayudó con alimentos, y la Fundación Berzunza-Gutiérrez, que donó al Centro una mansión en la calle 60 número 333, antes residencia de la familia benefactora y ayudó con alimentos y compra de material didáctico. En el mismo local funciona un albergue para niños invidentes de poblaciones lejanas, y aun de estados vecinos y para quienes siendo del medio rural requieren tratamiento médico. Al concluir la primaria, los alumnos pueden ir a una escuela de educación media o permanecer en el Centro, en el grupo de nivelación pedagógica que trabaja coordinado con el Instituto Nacional de Educación para Adultos (INEA), que imparte secundaria abierta. Desde 1974 la directora de la escuela y Centro es Mirna Navarro Basto, nieta del profesor Navarro Silva, especializada en la educación de niños invidentes. Por su iniciativa se han creado otros dos centros de asesoramiento y atención, uno en Tekax desde 1980 y otro en Espita desde 1983. La institución está inscrita en asociaciones nacionales e internacionales, como el Consejo Internacional para Educadores de Disminuidos Visuales, en cuyo congreso celebrado en Wurzburg, Alemania, en 1987, la profesora Navarro representó a México y aportó sus experiencias en Yucatán. El número de alumnos es de 130 y el de internos 20.