Ermita de Santa Isabel Fue construida por Gaspar González de Ledesma quien fijó su residencia en la parte suroeste de Mérida, y por haber quedado ubicada en el paso a Campeche, los viajeros se detenían para entrar a orar; por ese motivo también se le llamó la Ermita del Buen Viaje. En 1748 el obispo de Yucatán, Francisco de San Buenaventura Martínez de Tejada inauguró la capilla donde se veneraba la imagen de Santa Isabel. Al costado sur de la iglesia se encuentra un osario y al lado derecho, la sacristía y la casa cural, esta última tiene cinco cuartos. Después de González de Ledesma, los franciscanos y después el clero secular la ocuparon para las actividades religiosas. En la parte posterior de la casa cural hay un terreno que en 1965 el alcalde de Mérida Agustín Martínez de Arredondo convirtió en jardín y museo y se instalaron piezas prehispánicas, columnas monolíticas con inscripciones descubiertas en Tzemé, Kinchil y otras con figuras humanas; dos de los atlantes encontrados en el Templo de los Guerreros en Chichén Itzá, uno con tallado de jaguar procedente de Becanchén. El pórtico que permite la entrada al jardín arqueológico fue adquirido de la Casa de la Condesa, que se encuentra en las calles 59 con 62. Al costado norte se construyó un parque con quiosco en el centro y que anteriormente había sido un estacionamiento de bolanes y carruajes, y se le conoció en 1865 como Plaza del Gallo, porque en ella se realizaban palenques de gallos.