Enríquez, Juan de Dios

Enríquez, Juan de Dios  (¿-1846) Político liberal. Nació en Bacalar y murió en Mérida con más de 60 años de edad. Estudió en el Seminario Conciliar de San Ildefonso el curso de filosofía impartido por Pablo Moreno, del 20 de abril de 1802 al 14 de mayo de 1805, destacándose como uno de sus mejores alumnos. Fueron sus compañeros de curso Manuel Jiménez Solís (el padre Justis), Rafael Aguayo y Duarte, Andrés Quintana Roo, Lorenzo de Zavala, Luciano Viana, Mariano Cicero, Manuel Núñez de Castro, Mateo Cosgaya, Ignacio Preve y Pantaleón Cantón, entre otros. Concurrió a las reuniones en la Ermita de San Juan Bautista promovidas por el padre Velásquez, identificándose plenamente con las ideas liberales que impregnaban al grupo de Los Sanjuanistas. Tras la promulgación de la Constitución de Cádiz de 1812, fue un activo impulsor de la Carta Magna y participó en las reuniones preparatorias para renovar el Ayuntamiento de Mérida. Fue designado por el gobernador Manuel Artazo para fungir como secretario, junto con Joseph Matías Quintana y Pedro Moreno, escrutadores, en la selección de electores por mayoría celebrada el 19 de noviembre de 1812, donde su candidatura obtuvo 101 votos. Los resultados en la elección del nuevo Ayuntamiento favorecieron a Los Sanjuanistas. Participó en la promoción del periódico semanal El Aristarco Universal, aparecido por vez primera el 2 de abril de 1813 y que dirigió Lorenzo de Zavala.

De acuerdo con el testimonio de Vicente Calero Quintana, publicado en El Registro Yucateco, a la muerte de Enríquez, después de esta etapa de intensa actividad política se retiró a sus trabajos mercantiles, llevó a cabo algunos ensayos agrícolas con el objetivo de mejorar la agricultura del país y se consagró a la enseñanza de la juventud, principalmente en la lengua latina, de la que tenía muchos conocimientos. Ocupó una plaza en las oficinas de Hacienda, caracterizándose por una labor intachable. Le correspondió colaborar en la instalación del hospicio de San Carlos en un mejor local, por lo que el 1 de febrero de 1821 fue comisionado por la junta directiva de esta casa de amparo para investigar las escrituras del nuevo recinto propuesto, así como «las obligaciones y otros instrumentos que aseguran las fundaciones en favor del hospicio y dar cuenta de los gravámenes que soporta, para deducir y conocer el importe de sus caudales limpios». Asimismo, el gobernador Juan María de Echeverri lo designó, junto con el canónigo Calzadilla y Juan Manuel Zapata, para redactar los nuevos estatutos del hospicio, de acuerdo con las disposiciones contenidas en la Real Orden de 9 de enero de 1821. Fungió como tesorero de esta institución de beneficencia hasta octubre de ese año cuando fue sustituido por Pedro Paz. En 1841 colaboró en un periódico especializado en temas agrícolas, editado por Vicente Calero Quintana, redactando artículos relativos al abono de terrenos, cultivo de árboles y propagación de nuevas plantas en la región.

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