Horizonte (El) (1890) «Semanario Político, Literario, Mercantil y de Variedades». Se publicó en Progreso a partir de 1890 y hasta 1897, por lo menos. Durante sus primeros años de existencia tuvo un cuerpo de redactores integrado por Santiago Irigoyen, Manuel Acevedo, Manuel A. Lizama, Pablo Peniche, Antonio Menéndez, Narciso Cepeda y Carlos R. Menéndez. Sin embargo, durante 1896 y 1897, Manuel A. Lizama figuró como su director propietario. Hizo referencia a un informe estadístico, según el cual Yucatán era el estado de la República que contaba en ese entonces con un mayor número de propiedades rústicas, entre haciendas, ranchos y parajes, en tanto que Chiapas figuraba en segundo lugar. Se manifestó en favor de la administración del gobernador Carlos Peón y criticó al general Francisco Cantón, adversario político de Peón y aspirante a reemplazarlo en el cargo. Reprodujo documentos publicados en 1868 concernientes a la rebelión de las tropas republicanas bajo la dirección del general Manuel Cepeda Peraza, a las que Cantón combatió a fines de 1867. Informó sobre una iniciativa de ley presentada por el diputado local Agustín Vadillo Cicero para modificar el artículo 45 de la Constitución Yucatán con el fin de permitir la reelección del mandatario estatal en turno. Publicó un voto de agradecimiento del Ayuntamiento de Progreso dirigido al gobernador Carlos Peón por las atenciones dispensadas a los habitantes de ese lugar. Publicó nuevamente un artículo aparecido originalmente en el periódico La Convención Democrática en el que se informa de una presunta organización secreta de orientación conservadora establecida por entonces en el estado. En 1897 informó del fallecimiento del general Felipe Díaz, quien combatió a los indígenas rebeldes durante la llamada Guerra de Castas y a las fuerzas que representaron al imperio de Maximiliano en Yucatán. Hizo comentarios de otros periódicos, como El Amigo del País, que dejó de publicarse en 1890, y La Revista de Mérida, a la que consideró adversa al desarrollo de la industria henequenera y del palo de tinte. Se editó en los talleres tipográficos de El Faro.