Habanera, La Danza de sociedad, propia de la isla de Cuba y más particularmente de su capital, La Habana. Género cuyo origen se encuentra en la danza criolla. Tuvo su mayor auge durante la segunda mitad del siglo XIX, como manifestación de baile. Sus elementos estructurales han aparecido en piezas de compositores europeos, como Albéniz, Ravel, Bizet, Debussy, Fauré y Saint Saens. Influyó, además, en el surgimiento de géneros latinoamericanos, especialmente del tango argentino. Luego desapareció como baile, quedando como género vocal, del que es ejemplo la habanera Tú, de Sánchez Fuentes. La Habanera se caracteriza por su melodismo expresivo de ambiente cubano, que unido al cadencioso balance de su ritmo le otorgan lirismo y elegancia. Se escribe en compás de 2 x 4. Tiene una introducción que precede sus dos partes de ocho a dieciséis compases cada una. Su estructura métrica es binaria y regular; aun cuando adopte alguna variante rítmica en su primer tiempo, (Música popular cubana, E.D.C.N.C., 1962). La inmigración cubana en Yucatán, que propició en las últimas décadas del siglo XIX la guerra de independencia de Cuba, nos trajo los ritmos de esa isla y entre ellos La Habanera, que señoreó en los salones de las sociedades culturales y coreográficas de Yucatán y que influyó en la inspiración de algunos compositores de esos tiempos, entre ellos Cirilo Baqueiro Preve, más conocido como «Chan Cil».