Henríquez, Pedro (¿-1639) Fraile franciscano. Nació en la villa de Fuensalida, en el reino de Toledo. Llegó a Yucatán en 1615. Aprendió muy bien a hablar la lengua maya, con la que predicaba a los naturales. Al surgir la necesidad de más religiosos misioneros fue enviado a España para solicitar la presencia de éstos en Yucatán. En ese entonces fue enviado como procurador y custodio de la provincia para el capítulo general que se celebró en Toledo en 1633. Logró juntar a 25 religiosos que trajo a Yucatán, en 1634, entre los cuales se encontraba Diego López de Cogolludo. De este grupo de misioneros surgieron grandes conocedores de la lengua, que fueron los maestros de los que llegaban posteriormente. Pedro Henríquez murió en el convento de Ticul y, según apunta López de Cogolludo, tenía «…casi cincuenta años de edad y veinte y cuatro de esta provincia.»