U hanli cab Ceremonia maya dedicada a las abejas, para que sean propicias y ofrezcan buena cosecha de miel. Aunque en los actuales tiempos esta ceremonia es llevada a cabo en raras ocasiones, debido a que la apicultura nativa basada en la abeja melipona ha sido sustituida a gran escala por la basada en abejas europeas; R. Redfield menciona una de ellas en su Chan Kom, a Maya Village. José Tec Poot, por su parte, menciona otra en la cual él mismo participó como asistente del h’men: a causa de una larga sequía, se imploró a los «dueños» de las lluvias, los montes, los vientos y las abejas. Se preparó un altar compuesto de dos jícaras, seis velas, una cajetilla de cigarros, licor, agua y miel, entre otras cosas, mientras el h’men, Nicolás Dzul, le decía a Tec Poot «Posiblemente el próximo año ya no viva, pues el 6 de diciembre cumplo 103 años, tú has visto cómo lo estoy haciendo, así también los harás el próximo año». Luego, el h’men confirmó la fecha e incluso hasta la hora por medio de un radio portátil, hecho esto, comenzaron las plegarias, divididas en tres partes: ofrecimiento inicial a los «dueños», petición para cada uno de los que están en la ceremonia y tienen abejas, y un ofrecimiento final a los «dueños». Según Alberto Castillo Calero, tanta era la importancia de la apicultura para los antiguos mayas, que a principios de octubre se realizaban las fiestas y ceremonias respectivas, y se preparaban los colmenares para tal motivo desde septiembre.