Vivienda maya Vivienda tradicional de los mayas peninsulares de la actualidad, hecha de maderas y palmas, cuyos modos constructivos son considerados de antigüedad milenaria. Es de planta elipsoidal y techo de dos aguas. Su elemento estructural más importante es un armazón en forma de A, que descansa sobre vigas de madera y soporta a la viga principal. Dos vigas se sujetan a ambos lados, en diagonal, con el fin de reforzar el armazón. Por lo común las vigas que se emplean son troncos de pequeños árboles que soportan a las varas a las que se fija la palma. No se utilizan ni clavos ni clavijas. Todo el armazón se ensambla con bejucos o con fibras de henequén. La inclinación del techo siempre es muy pronunciada, con objeto de evitar que el viento levante la palma y de permitir que el agua escurra rápidamente al llegar la época de lluvias.
La vivienda mide 6 x 4 m aproximadamente, no tiene ventanas y cuenta con dos puertas. Las paredes se hacen de lodo puesto a secar sobre un zorzo vertical de varas. La vivienda es a la vez dormitorio y sala. En ella bordan las mujeres; allí también se guarda la ropa, doblada en un baúl, y se cuelgan las hamacas. En esa sala duermen todos los miembros de la familia. La vivienda se decora de modo austero, generalmente con recuerdos familiares. Parte esencial es el altar religioso, instalado en un extremo de la casa sobre una mesa de madera y cubierto con un mantel blanco que lleva a veces inscripciones religiosas o los nombres de algún familiar fallecido. El calzado se cuelga de las paredes mediante clavos. Los fósforos, las velas y otros objetos útiles se mantienen alejados de los niños y los animales, colocándolos sobre repisas de madera. En algunos hogares existe una pequeña construcción, contigua a la vivienda, que hace las veces de baño.Cuando ésta no existe, los habitantes se asean dentro de la misma vivienda, detrás de una frazada colgada a manera de cortina; para evacuar el agua se hace una canalización al pie de las paredes.
Las viviendas duran en buenas condiciones y excelente mantenimiento entre 10 y 15 años, cuando son reparadas o sustituidas por otras nuevas. El techo es la parte que más se cuida y mantiene, substituyéndose regularmente la palma de guano que presenta deterioro. Algunas viviendas tienen las paredes cubiertas de palma, con objeto de impedir que el viento y la humedad penetren en ellas; sin embargo, hay el inconveniente de que atraen y abrigan a numerosos insectos.
A la muerte del propietario se suele quemar la casa, sobre todo si fallece de una enfermedad contagiosa, como la tuberculosis. Por ese motivo no es raro encontrar en algún patio vestigios de antiguas moradas destruidas y quemadas, que representan el rastro de generaciones.
En algunos hogares, la vivienda sirve, además de dormitorio y sala, de cocina. En ese caso el fuego se enciende en un rincón, sin que haya separación alguna. Cuando las labores de cocina se realizan fuera de la vivienda, se construye una accesoria en la parte posterior, en forma de una veranda y sus paredes de zarzo no se cubren de lodo. En algunos casos la cocina es totalmente independiente de la vivienda, pues cuando se construye una nueva vivienda, en el propio solar se deja la antigua para cocina. El fuego se enciende en uno de los rincones: en tres piedras dispuestas en círculo arde la leña, sobre la cual se coloca el comal donde se cuecen las tortillas de maíz. Las ollas se colocan enciman de las llamas, sobre dos barras de hierro o colgadas de una viga. Los muebles preferentes de la cocina son: la banqueta sobre la cual las mujeres preparan las tortillas de maíz, unos bancos pequeños y la mesa baja donde los adultos comen. De las paredes o de las vigas cuelgan pequeñas bolsas de tela que contienen diversos ingredientes, como especias secas, calabazas, carne salada, entre otras. Los trastes se acomodan en repisas.