Vergara, José M. (1810-1854) Militar. Nació en Tizimín y murió cerca de Chan Santa Cruz. Fue hijo de Miguel Vergara y María del Carmen Estévez. En 1839, se unió a la rebelión federalista encabezada por Santiago Imán, quien era su compadre. Distinguiéndose en esta campaña, en 1840 fue nombrado en Campeche primer ayudante. Combatió de nuevo en 1843, por las mismas razones por las que lo había empujado su compadre Imán, la lucha contra el centralismo. En 1847, al iniciar la Guerra de Castas en la cual habría de conseguir el grado de teniente coronel, Vergara se lanzó desde el inicio al combate y sufrió una herida grave en el vientre. Para noviembre de ese año, figuraba como uno de los principales jefes a las órdenes del coronel Eulogio Rosado, y tomó acciones de importancia en las inmediaciones de Valladolid, donde vencieron al jefe barbachanista insurrecto José Dolores Cetina. En 1848, le fue encomendado tomar la hacienda de Culumpich, propiedad de Jacinto Pat, al conseguirlo, sus soldados se entusiasmaron con el botín y se dedicaron a emborracharse; entonces los indios retomaron la hacienda, sin embargo, una columna proveniente de Tihosuco llegó a salvar a la tropa de Vergara y recuperar la hacienda. Según Felipe Pérez Alcalá, «desde aquel día, cruelmente mortificado, el teniente coronel Vergara fue modelo de orden, sobriedad y valor». En este año, participó en la defensa de Valladolid, cuando cayó la ciudad en manos de los rebeldes; Vergara, quien estaba bajo las órdenes del coronel León, se separó de la tropas en Espita y fue a Tizimín con su familia, mas al encontrarla en abandono marchó a Río Lagartos donde se reunió con Sebastián Molas. Ante el asedio rebelde a esta posición, Molas y Vergara, que mandó a su familia a Campeche, se dirigieron a Mérida. Ahí, se unieron a la reorganizada sección del coronel Juan José Méndez, inmediatamente se lanzaron a batalla: ocuparon Izamal, persiguieron a los indios rebeldes hasta Tunkás, sitiaron y destrozaron este pueblo. Vergara, por su parte, llegó después con su tropa hasta Cenotillo y luego a Labchén y Tacchibilá. Ante la orden de replegarse, Vergara marchó enseguida a Tihosuco donde realizó algunas incursiones más al Sur. A principios de 1850, Vergara participó en la exitosa expedición a Cruzchen, cuartel principal de los indios rebeldes, como él uno de los jefes de las tres secciones en que estaba dividido el ejército de 1,000 efectivos. En septiembre de 1853, Vergara se negó a unirse a la revolución del capitán Crescencio Cortés, secundada por Molas y Cepeda Peraza, entre otros. A principios de 1854, codirigió una expedición de 300 efectivos al cuartel de los indios rebeldes, Chan Santa Cruz; fueron rechazados, sin embargo, el hecho de haber llegado hasta el sitio los reanimó a volver poco después. Llegaron de nuevo a Chan Santa Cruz, libraron algunos combates, pero de pronto fueron azotados por el cólera; poco a poco los efectivos de la tropa fueron disminuyendo y terminaron de dispersarse cuando Vergara murió de este mal.