Uc, Francisco (¿-1847) Cacique del barrio de Santiago en Mérida, Yucatán, al inicio de la Guerra de Castas. Vivía desde 1837 en el predio del ángulo noreste de la esquina que formaban las calles 60 y 71, es decir, fuera de los límites barriales de Santiago. Por lo privilegiada de esta situación y las características de la casa, se supone que Uc estaba dedicado al comercio. Era además propietario de dos haciendas: Techoh, cercana al pueblo de Nolo, comprada en 1837 a María Josefa de Escudero, conocida rutinera, en 2,371 pesos de contado y una hipoteca de 2,000 pesos más; Xbobat, cerca de Chuburná, adquirida en 1846 por 550 pesos «con todo su ganado, caballar, usos, servidumbres, tierras». Uc casó con Gregoria Kauil, hija de Rafael Kauil y Laureana Cocom; no tuvo sucesión, sin embargo, adoptaron a dos niños llamados Severiano y Carlos Uc (éste firmaba como Carlos Elizalde en 1847). Al parecer, tenían otro muchacho, Benito Uc, quien recibía buen trato sin llegar al otorgado a los otros dos antes mencionados. El nombramiento de Uc como cacique de Santiago parece haber ocurrido poco después de que adquirió la segunda hacienda ya que en las escrituras de compra no se consigna como tal.
En julio de 1847 fue descubierta la conspiración que tramaban Manuel Antonio Ay, cacique de Chichimilá, Cecilio Chí de Tepich y Jacinto Pat. Poco después, dio inicio la Guerra de Castas. Según informes recibidos en Mérida, las autoridades supieron de otra conspiración que debía estallar el 15 de agosto y que uno de los supuestos líderes era Francisco Uc, quien fue inmediatamente apresado junto con los caciques de Motul, Umán y Sitpach. Uc fue llevado a juicio y aunque se puso en duda su participación, finalmente, las declaraciones de un supuesto hijo suyo, Antonio Uc, terminaron por condenarlo.
Uc murió fusilado el 22 de septiembre de 1847; fue enterrado en el cementerio general, pero luego su viuda trasladó su cadáver a la iglesia de Santiago bajo una losa donde se escribió: «Aquí yacen los restos del cacique D. Francisco Uc que falleció el 22 de septiembre de 1847. Su viuda le dedica este monumento en prueba de su amor conyugal. Fieles rogad por él». El día de su fusilamiento, Uc dispuso que su albacea José María Quijano le entregase al cura Manuel Delgado 30 pesos para que celebrara una función religiosa en la iglesia del convento de las Concepcionistas, y pidió además 30 misas de San Gregorio por el descanso de su alma. Según infiere Luis Millet Cámara, Uc sí estaba enterado de la conspiración de Ay, Chí y Pat, ya que modificó su testamento el 10 de junio de 1847. Ya en prisión, hizo dos adiciones más y nunca negó su participación. Supone de igual modo, que Uc tuvo una relación muy estrecha con la entonces poderosa familia Quijano, sobre todo con José María y Juan Esteban Quijano, a los que probablemente sirvió en su juventud.