Kukulcán

Kukulcán  Dios introducido al área maya por gente proveniente del Altiplano Central. Su nombre significa serpiente emplumada y no es más que la traducción al maya de Quetzalcoatl, nombre náhuatl de este dios. En maya-quiché es llamado Gukumatz. Su símbolo es una serpiente de cascabel cubierta con plumas, ejemplo de ello son las llamadas columnas-serpientes de varios templos del período maya-tolteca. La personalidad de Kukulcán o Quetzalcoatl puede ser vista bajo tres aspectos, como una divinidad, un personaje civilizador, rey y sacerdote, y como tema literario. Fundamentalmente es una deidad astronómica, a la que también se le vincula con fenómenos de la naturaleza, es un dios relacionado con el planeta Venus y con el viento. Los templos erigidos en su honor podían ser redondos, a veces con las entradas en forma de fauces abiertas de un ser reptil. La forma redonda, así como la espiral se asocian con Kukulkán como dios del viento y de los remolinos de aire. Algunos de los edificios redondos que le estaban consagrados servían como observatorios astronómicos, como El Caracol en Chichén Itzá. En Mayapán, en el mes Xul, se hacía la fiesta en su honor, la que luego se conservó por tradición en la provincia de Maní. Los mayas tenían la creencia de que Kukulcán bajaba a participar de los sacrificios que se efectuaban en su honor. En Yucatán se le erigieron numerosos templos, como El Castillo, El Caracol y la Casa Redonda, ubicados en Chichén Itzá y otras construcciones que se encontraron en Maní, Tihó, Aké, Coba, Paalmul, Mayapán, Champotón y Hochob. El nombre del dios Kukulcán no es más que la traducción en maya de Quetzalcoatl, que deriva de quetzal, ave de hermoso plumaje y coatl, serpiente, palabra que también dio lugar al término «coate» ya que las serpientes de cascabel son iguales.

Por otra parte la forma en que aparece el planeta Venus en el cielo, ya como estrella de la mañana o como estrella de la tarde, hizo que los mexicas se lo imaginaran como dos gemelos o hermanos muy valientes, guerreros ambos, pues en la lucha sideral entre las estrellas y la luna, que son sus hermanos también, y el sol, los gemelos son los últimos en desaparecer y aparecer nuevamente. Todo esto hizo que se representara a Venus como una serpiente preciosa revestida de brillantes colores y hermosas plumas de quetzal. Según las tradiciones mexicas, Quetzalcoatl fue el fundador de la civilización tolteca, cuya metrópoli estaba asentada en Tula, ubicada en el actual estado de Hidalgo. En esta ciudad el culto a Quetzalcoatl no incluía los sacrificios humanos, pues este personaje, convertido en dios, fue considerado como un gran civilizador que propició las buenas costumbres y el adelanto de las ciencias en general. Según los estudios realizados, Ce Acatl Topiltzin Quetzalcoatl nació de una mujer de Huitznahuac llamada Chimalma, y de Mixcoatl, gran caudillo que encabezó una invasión que contribuyó a la ruina final de Teotihuacán.

En 873 u 883, según refieren las fuentes históricas, Quetzalcoatl se estableció en Tula, a la que abandonó en 895 debido a la irrupción de otros pueblos extraños, viéndose obligado a emigrar hacia el Oriente, a Tlapallan, el país maya, al sur de dicha metrópoli. Según la leyenda, Quetzalcoatl tuvo que salir de Tula avergonzado de los actos que cometió al ser embriagado por sus enemigos. Varias crónicas yucatecas, especialmente la de Chumayel, registran dos invasiones, una con Topiltzin, el Quetzalcoatl o Kukulcán histórico llevada a cabo en el Katún 4 Ahau o 968-987 de nuestra era, y otra proveniente de Xicalanco. Se dice que Kukulkán llegó en unión de 20 individuos o ayudantes de los cuales él era el capitán y gran sacerdote, vestidos todos ellos con largos mantos y sandalias, de barbas, y la cabeza descubierta. Kukulkán se convierte en gran Señor de Chichén Itzá, al que le rendían tributos en señal de paz y amistad, no sólo en la Península sino también en pueblos lejanos situados en el centro de México, Guatemala y Chiapas. No tenía mujer ni hijos y se dice que con el fin de perpetuar la paz en las tierras mayas de Yucatán dividió la tierra entre los señores principales y fundó Mayapán, a la que convirtió en centro político, luego emigró hacia su tierra de origen. Todo esto originó una de las profecías de los Libros del Chilam Balam, que pronosticó su regreso y la introducción de una nueva religión. Algunos estudiosos de la figura de Kukulcán, como Shellhas, lo consideran como el dios B, opinión con la que coinciden Foerstemann, Fewkes, Cyrus Thomas y Dieseldorff. Según J. E. Thompson, Kukulkán presenta cierta semejanza con el dios K, que aparece con una enorme trompa y en la frente una pequeña serpiente y una marca en el ojo que puede ser una lágrima. Varias de las Relaciones de Yucatán, dicen que Kukulkán introdujo la idolatría en el área maya de Yucatán cuando éste llegó a Chichén Itzá, característica que contradice el culto primitivo de este dios al que sólo le eran ofrendados flores y frutos.