Kancab Suelo que por lo general se localiza en la base de las formaciones dómicas y se le conoce con el nombre de rendzinas cafés. En Yucatán se le denomina kancab, palabra de origen maya que significa: tierra roja. Rafael Ortiz Monasterio, en su libro Reconocimiento agrológico regional del estado de Yucatán, divide los suelos de Yucatán en las familias Tzekel y Kankab-tzekel, y en las series Kankab, Eck-lum y Kankab-kat. El Kankab-tzekel es una transición entre el Tzekel y el Kankab, y se localiza al sur y al oriente del estado. Su color varía del gris-café al rojo oscuro. Tiene excesivo drenaje y en su superficie pueden desarrollarse plantas grandes y pequeñas, pero sin utilizar el arado para su cultivo. Luis Echegaray Bablot, en Los recursos naturales de Yucatán en relación con sus posibilidades de riego, dice que «La serie Kankab (tierra roja) corresponde a los suelos más profundos del estado (a veces más de un metro). Son de color rojo en todos sus horizontes. Esta coloración se debe a la presencia de hierro, en forma de sal combinada con ácidos; las sales de hierro son solubles en las aguas carbónicas de Yucatán y pueden ser absorbidos por los vegetales; por esa razón pueden cultivarse estos suelos en Yucatán, que en otra parte serían estériles». Se localizan en el sur del estado y excepcionalmente en el Oriente, formando pequeños manchones. No ocupan extensiones continuas, sino que están alternados con Tzekel y Kankab-tzekel. Son de relleno y su drenaje es excesivo. Todos los cultivos tropicales pueden desarrollarse usando arado y demás maquinaria agrícola. La serie Kankab-kat está formada por suelos arcillosos de color rojo, que descansan sobre capas, también arcillosas, de color amarillo. Ocupan una reducida área de 40 km al sur de Tekax, a la orilla de la sabana X’cumyá. Tienen buen drenaje superficial y pendiente de cinco grados. Sirven para todos los cultivos tropicales.