Kokol Tzek Leyenda maya. Es la cabeza errante que va dando saltos por las calles de los pueblos mayas. Su visión, aterradora para el hombre, puede significar su muerte si, en su camino, llegara a pisarla. Rosado Vega, en El alma misteriosa del Mayab, dice que la cabeza parece achatada sobre el suelo como si fuera también una sombra y que así va rodando eternamente. En Un pueblo y un hombre, Rosado Vega menciona otras cabezas de muertos que desprendiéndose de sus cuerpos salen a buscar a sus enemigos para causarles daño, regresando después a la sepultura para unirse nuevamente al cuerpo. En su Estudio etnográfico de los mayas del ex territorio de Quintana Roo, Pacheco Cruz no sólo altera un tanto la historia de la cabeza errante, sino que remueve a la siniestra protagonista de sus orígenes campesinos, para transformarla en la hermosa princesa X-Kokoltzek, palabra a la que algunos filólogos dan el sentido de «mugrienta castigadora». Otra variante de este fantasma maya que narran los campesinos de la Península es que la cabeza no es de una bruja sino de un hechicero que va dando saltos, sin sangrar, gritando y mascullando insultos y maldiciones. La nativos cuentan que aparece por las calles y caminos aun en los claros de los bosques, en las noches lluviosas y fúnebres de la semana de la conmemoración de los difuntos.