Zamora y Penagos, Mateo (¿-1744) Obispo de Yucatán. Nació en el llamado Reino de Nueva Granada, hoy República de Venezuela. Perteneció a la Orden de los franciscanos. Recibió el grado de doctor en teología en la Universidad de Santa Fe, en Bogotá, Colombia. Fue catedrático de filosofía y teología y merecedor del título de Lector Jubilado. Fue nombrado custodio de su orden, padre y ministro provincial. Ocupó el puesto de procurador general de su orden en las Cortes de Madrid y Roma. Fue nombrado calificador del Tribunal Apostólico del Santo Oficio. Encontrándose en las Cortes de España, por mandato del rey Felipe V, fue presentado para el obispado de Yucatán al promoverse la traslación del obispo Francisco Matos de Coronado a Michoacán. El Papa Benedicto XIV despachó las bulas en 1741, a la vez que declaraba la separación del propio obispo Matos. Tomó posesión de la Diócesis de Yucatán el 22 de mayo de 1743.
Se dice que cuando tomó las riendas del obispado era ya un anciano. No obstante, recorrió gran parte de las parroquias en casi un año. Durante su gestión al frente de la diócesis, se negó a pagar las rentas impuestas a todas las iglesias catedrales, por medio de las cuales el cabildo pretendió integrar en las reales cajas las cantidades que correspondieron a los señores capitulares cesantes o difuntos. Por otra parte, permitió la publicación de la obra El arte del idioma y semilexicón yucateco, escrita por el fraile Pedro Beltrán de Santa Rosa, la cual constituye la quinta gramática que se escribió después de las de Luis de Villalpando, Diego de Landa, Juan Coronel y Gabriel de San Buenaventura. Murió el 9 de agosto de 1744 en el convento de San Bernardino, en el barrio de Sisal, de Valladolid, Yucatán, afectado por una dolencia hepática. Un año después, sus restos fueron trasladados a la Catedral de Mérida y depositados en la capilla del Cristo de las Ampollas.