Quero, Jerónimo de Gobernador de Yucatán de 1633 a 1635. Nació en Andojar, provincia de Jaén, Andalucía. Sus padres fueron Alonso de Quero y Catalina Jiménez. Al servicio del rey, desempeñó los cargos de sargento mayor de la plaza de La Habana, en 1608; alcalde del castillo del Morro, en 1609; gobernador interino de Cuba, en 1619, y gobernador de Santa Marta, Nueva Granada, en 1623. Desde joven sirvió en los ejércitos españoles. Ingresó a la Orden de Santiago. Fue nombrado gobernador de Yucatán, en Madrid, el 27 de noviembre de 1632. Desembarcó en Dzilam para tomar posesión del gobierno el 16 de agosto de 1633 un día antes de que desembarcara, los corsarios quemaron una fragata mercante frente al puerto de Dzilam; Quero, previendo la defensa y ante el asedio, se trasladó de inmediato a Mérida y mandó fortificar la capital. En su desempeño como gobernador se le reconoció por su dedicación a la administración y la impartición de justicia con rectitud, su trato especialmente benevolente hacia los indios, y la recomendación a sus agentes para que se portasen con suma moderación y pagasen a los indios las mercancías en plata y a doble precio de lo que antes se les había pagado. Por comisión particular que recibió del rey, residenció a Fernando Centeno Maldonado y a Juan de Vargas-Machuca, quienes se encargaron del gobierno cuando Quero se ausentaba; también a tenientes y empleados de su época, entre quienes se encontraba Francisco de Espinoza, defensor general de indios de Yucatán. Según se anota en testimonios de la época, Jerónimo de Quero enfermó de angina maligna, muriendo el 11 de marzo. Ante la noticia de su muerte, Fernando Centeno Maldonado, que se encontraba en Campeche, se dirigió de inmediato a México a solicitar se le nombrase nuevo gobernador interino de Yucatán, lo cual se le concedió y empezó a ejercer el 23 de junio de 1635.