Voleibol  Nació en 1895 en el mismo lugar donde surgió el baloncesto, el Colegio de la Young Men Christian Addoviation, de Springfield, Ohio.

El Profr. Gildardo Hernández Rojas, promotor A de educación física en el estado de Yucatán, enviado a esta entidad por la Secretaría de Educación Pública, trajo en 1936, entre sus planes de trabajo, la introducción del voleibol en Yucatán. Para conseguir su objetivo se relacionó con profesores que trabajaban con jóvenes de edad adecuada para su práctica y entró en contacto con la Universidad de Yucatán, la Escuela Naval Ariel y la Escuela Normal de Profesores Rodolfo Menéndez de la Peña. Los profesores de educación física de estos centros educativos fueron capacitados en este deporte. Al mismo tiempo, otros profesores como el Sr. Hernández Rojas, promovieron el voleibol en Campeche; el Profr. Alfredo Palacios Almoneit, en Ciudad del Carmen, y el Profr. Augusto Salias Ahuja, en la escuela Normal de Hecelchakán. Esto permitió que en la población de Maxcanú se verificara el primer encuentro entre yucatecos y campechanos que formaron equipos representativos de las escuelas Normal de Mérida y Normal de Hecelchacán, la primera bajo la dirección del Profr. Max Molina Fuente y la segunda, bajo la dirección del Profr. Augusto Salias Ahuja.

Max Molina Fuente era profesor de educación física en la Escuela Rodolfo Menéndez de la Peña y fue el principal impulsor del voleibol en esa escuela, donde un pequeño patio fue habilitado como cancha en la que practicaba todo el alumnado, integrado en un 90% por mujeres. En 1938, el voleibol estaba en su apogeo. Anualmente, la Escuela Normal efectuaba un campeonato interior en el que todos los grupos tenían dos equipos representativos: uno de primera fuerza y otro de segunda. La Universidad de Yucatán también tenía sus equipos y empezaron a celebrarse campeonatos interescolares. Los encuentros se verificaban en el local de Juventudes Socialistas que se ubicaba en la calle 59 x 58, donde ahora se levanta el recinto de la Cámara Legislativa. En el local de la Unión de Camioneros se presentaban encuentros nocturnos, ya que de día funcionaba como jardín de niños y escuela primaria para los hijos de los trabajadores pertenecientes a esa Unión. A partir de 1961, este deporte comenzó a decaer, aunque se sigue practicando en algunas escuelas primarias y secundarias, clubes privados, como Vanguardias, y en el Tecnológico de Mérida. Este último cuenta con equipos representativos que compiten en los encuentros atléticos y deportivos que realizan los institutos tecnológicos a nivel nacional.